"En la fiesta nacional yo me quedo en la igual", cantaba hace unos lustros Loquillo en La mala reputación celebrando el escándalo y el estigma social que este tipo de gestos le suponía. Pablo Iglesias, en plena cruzada por recuperar el tono más combativo y contestatario de su formación y alejarse de un perfil demasiado institucional, cosechó críticas y aplausos al anunciar que no contemplaría junto a Felipe VI el desfile militar en la edición de este año. Pero si ese era el gesto simbólico, el político, y de calado, lo dará este lunes. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha iniciado la semana en Madrid para protagonizar un acto informativo y su primera reunión de peso será con Iglesias, con el que se irá a comer este mismo lunes para abordar la situación política del país. 

Una comida que ha levantado ampollas
La reunión llega en un momento clave: Puigdemont acaba de anunciar en el Parlament su referéndum por la independencia para septiembre de 2017 si el Gobierno no acepta pactarlo, de hecho su presencia en Madrid es para hablar de ese calendario. El presidente catalán ha elogiado con anterioridad el "coraje" del secretario general de Podemos por defender el derecho a decidir. Pero en la reunión de este lunes, según han adelantado varios medios, Iglesias le trasladará a Puigdemont que no apoyarán el camino en solitario emprendido por el Gobierno catalán. “Pensamos que no tiene sentido un referéndum unilateral”, insistió anoche en su entrevista en laSexta. Si voces del PP como Jorge Fernández Díaz montaron en cólera por el 'plante' del líder de Podemos al Rey el 12 de octubre la comida con el presidente catalán dos días antes no se ha quedado atrás: el líder popular en Cataluña, Xavier García Albiol, ha afeado desde Espejo Público de Antena 3 que Puigdemont se reúna con Podemos en Madrid en lugar de entrevistarse con Mariano Rajoy.  

La derivada del debate interno del PSOE
El encuentro de Puigdemont con Iglesias tiene otra derivada. El secretario general de Podemos otorgó a Xavier Doménech (portavoz en el Congreso de En Comú Podem) una presencia relevante durante el cónclave de su formación de este fin de semana, que aunque se preveía tenso entre las diferentes familias moradas el debate fue protagonizado por los mensajes de confrontación con el PSOE por haberse "puesto de rodillas" ante el PP, una cuestión donde el debate de la relación con los independentistas ha tenido mucho que ver. Mientras Iglesias exhibe su buen encaje actual en Cataluña, el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, advertía al PSC este domingo en una entrevista a El País que si la formación catalana pasa a defender en el congreso de su próximo fin de semana un Estado plurinacional [como hace Podemos en la actualidad] habrá consecuencias. Fernández remitió a la propuesta federal de su formación en la Declaración de Granada de 2013 y deseó para el PSC un congreso "más ideológico que identitario", alertando de que si se supera el marco de Granada "significaría una revisión, implícita o explícita, de la relación del PSOE con el PSC"