Un tercio de las mujeres europeas ha sido víctima de violencia de género. Un dato que se eleva al 43% si incluimos la violencia de género psicológica. O lo que es lo mismo, unos 62 millones de ciudadanas europeas han sufrido algún tipo de violencia física por el simple hecho de ser mujeres. Todos esos millones de mujeres han sido golpeadas o violadas porque alguien se creyó que eran "un objeto de su propiedad". 80 millones de mujeres han sufrido violencia psicológica por el simple hecho de ser mujeres. Estos datos los ha ofrecido un estudio realizado por la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) que ha sido publicado esta semana.
La cifra de la violencia física pasa del 33% de las mujeres de la UE a un 22% si hablamos de las mujeres de España. Una cifra que sigue siendo absolutamente escandalosa y que sin embargo se 'ignora' más allá de los días en los que se habla de un estudio como el publicado esta semana, o una fecha señalada, como es el 25 de noviembre.
Frente a estos escandalosos datos que nos da a conocer la FRA otro más terrible aún y es que apenas el 14% de las víctimas de violencia de género denuncia a la Policía la agresión más grave sufrida.
Una realidad que necesita una respuesta a la altura de la gravedad de lo que se denuncia. La UE no puede ni debe mirar para otro lado ante una violencia que ha sufrido un tercio de ciudadanas de la Unión. Debe intervenir para luchar contra una violación de los derechos humanos de este calibre, de esta inmensa dimensión.
Esta realidad, que está casi por completo fuera de los principales temas de la agenda política, de los temas de las tertulias, de los artículos de opinión, de las manifestaciones, que por supuesto está fuera de los titulares de los medios de comunicación..., ha sido la realidad de 62 millones de mujeres en toda la Unión Europea, que han sufrido violencia física o sexual en su vida, simplemente por ser mujeres.
Datos alarmantes que no permitiríamos que ocuparan los últimos lugares de la agenda política si no nos hubiéramos acostumbrado a una realidad que se minimiza con frecuencia, una realidad silenciada demasiadas veces, invisible en la mayoría de los debates públicos. Una violencia que seguimos, a pesar de los esfuerzos, viendo como un tema privado y que relegamos a un párrafo o a la sección de breves en medio de noticias que se consideran "más importantes".
Una realidad, la violencia de género, que nos dejó este miércoles dos nuevas víctimas, madre e hija, en Cádiz y que sin embargo nos costará encontrarlo hoy jueves en las noticias... Hagan la prueba.
Catorce mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en 2014, en poco más de dos meses, y que no mereció ni una palabra del presidente del Gobierno en el Debate del Estado de la Nación la semana pasada y una sociedad que permite que esas asesinadas mueran de nuevo con nuestro silencio.
Tenemos que rebelarnos ante una realidad, la de la desigualdad, que ha costado ya demasiadas vidas y demasiado sufrimiento.
Patricia Hernández es diputada socialista en el Congreso
En Twitter es @PatriciaHdezGut
La cifra de la violencia física pasa del 33% de las mujeres de la UE a un 22% si hablamos de las mujeres de España. Una cifra que sigue siendo absolutamente escandalosa y que sin embargo se 'ignora' más allá de los días en los que se habla de un estudio como el publicado esta semana, o una fecha señalada, como es el 25 de noviembre.
Frente a estos escandalosos datos que nos da a conocer la FRA otro más terrible aún y es que apenas el 14% de las víctimas de violencia de género denuncia a la Policía la agresión más grave sufrida.
Una realidad que necesita una respuesta a la altura de la gravedad de lo que se denuncia. La UE no puede ni debe mirar para otro lado ante una violencia que ha sufrido un tercio de ciudadanas de la Unión. Debe intervenir para luchar contra una violación de los derechos humanos de este calibre, de esta inmensa dimensión.
Esta realidad, que está casi por completo fuera de los principales temas de la agenda política, de los temas de las tertulias, de los artículos de opinión, de las manifestaciones, que por supuesto está fuera de los titulares de los medios de comunicación..., ha sido la realidad de 62 millones de mujeres en toda la Unión Europea, que han sufrido violencia física o sexual en su vida, simplemente por ser mujeres.
Datos alarmantes que no permitiríamos que ocuparan los últimos lugares de la agenda política si no nos hubiéramos acostumbrado a una realidad que se minimiza con frecuencia, una realidad silenciada demasiadas veces, invisible en la mayoría de los debates públicos. Una violencia que seguimos, a pesar de los esfuerzos, viendo como un tema privado y que relegamos a un párrafo o a la sección de breves en medio de noticias que se consideran "más importantes".
Una realidad, la violencia de género, que nos dejó este miércoles dos nuevas víctimas, madre e hija, en Cádiz y que sin embargo nos costará encontrarlo hoy jueves en las noticias... Hagan la prueba.
Catorce mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en 2014, en poco más de dos meses, y que no mereció ni una palabra del presidente del Gobierno en el Debate del Estado de la Nación la semana pasada y una sociedad que permite que esas asesinadas mueran de nuevo con nuestro silencio.
Tenemos que rebelarnos ante una realidad, la de la desigualdad, que ha costado ya demasiadas vidas y demasiado sufrimiento.
Patricia Hernández es diputada socialista en el Congreso
En Twitter es @PatriciaHdezGut