“El consejero ha dicho que va a asumir el coste político de la puesta en marcha de la medida, nos guste o no nos guste, y que van a tirar para adelante por las condiciones económicas precarias de la región”. Declaraciones, nada sospechosas, de Juan Carlos Illescas, presidente castellano-manchego de ANPE, sindicato mayoritario de la región, solo 24 horas antes de que el consejero de Cospedal anunciará el inicio del “mejor curso planetario” de la historia de la docencia, señala a EL PLURAL un representante de CC OO.

“350 interinos más"...
Sin embargo, Marcial Marín, aquél que comparó a Castilla-La Mancha con Grecia, totalmente ajeno al colectivo docente, a pesar de ser consejero de Educación, ha sentenciado que “la cifra de hoy es que hay 2.920 interinos, cuando haya menos tendremos ocasión de hablar pero ahora mismo la cifra objetiva es que el próximo lunes empezarán 350 interinos más”, ha dicho en rueda de prensa.

…Más profesores y más horas
“No puede ser; las cuentas no salen”, insiste el sindicalista, “si se aumenta en dos horas el horario lectivo, conlleva, necesariamente, la reducción de profesores”, que según estima CC OO es algo más de 3.000 en toda la región. “Si esta medida se aplica, no puede haber más interinos; todo lo contrario”, concreta.

¿Ha dado marcha atrás Cospedal?
Por eso, desde UGT se preguntan si la presidenta de Castilla-La Mancha ha dado marcha atrás y no aplicará la medida transmitida ya a los directores de los centros regionales. Y no es de extrañar, porque el consejero Marín no ha precisado en qué fecha se pondrán en práctica los recortes. Eso sí, ha dicho que comenzarán “inmediatamente”.

“Necesario, urgente e inmediato”
Sin embargo, CC OO, UGT, STE, ANPE y CSIF no se fían de Cospedal ni de su consejero, y mantienen las jornadas de protesta para frenar los recortes que anuncian un caos en el inicio del curso, máxime después de escuchar al polémico consejero asegurar que respeta las críticas de los sindicatos pero que las medidas son “necesarias, urgentes e inmediatas” y hay que aplicarlas para garantizar la educación. “¿Pero cuándo”?, preguntan los sindicatos.