El expresidente del Gobierno José María Aznar, ha concedido una entrevista a El Mundo este miércoles coincidiendo con el Día de la Constitución. Durante la conversación con el medio conservador, Aznar ha analizado algunos puntos candentes de la actualidad española; entre ellos, el papel que está jugando el PSOE y las diferencias entre los socialistas de la actualidad y la vieja guardia.

Cabe destacar que Aznar lo ha hecho de forma sibilina. En primer lugar, ha criticado con dureza a José Luis Rodríguez Zapatero y ha mostrado su cercanía con Felipe González: "Yo me siento cercano a todo aquel que hace un juicio positivo de la Transición y de la Constitución. Zapatero ya abrió su discurso de investidura hablando de la Guerra Civil. No diciendo 'yo quiero ser el presidente de todos los españoles', no, no. ¿Usted se imagina que yo en el 96 comienzo mi discurso pidiéndole cuentas al PSOE porque mi padre estuvo tres meses en una checa regentada por el PSOE? ¿Qué quería Zapatero? ¿Volver a la dinámica de la Guerra Civil? Pues empezó así y acabó con el Tinell, que es la política de exclusión", ha reflejado.

Asimismo, Aznar ha ensalzado las críticas que ha habido por parte de figuras como Alfonso Guerra o Felipe González: "Todas las personas que sean capaces de manifestarse y no inhibirse en este proceso de desgarro constitucional hacen muy bien". 

Entre sus desprecios al PSOE, Aznar ha incluido la acusación a los socialistas de poner en peligro la Costitución Española: "Lleva tiempo en peligro, desde que el PSOE mutó su posición y cambió de sujeto constituyente, con los pactos del Tinell (2003). Ahí empieza el cuestionamiento de la Constitución, pero ahora lo que se ha abierto es un proceso de deconstrucción constitucional, de desconstitucionalización de España. Y eso es mucho más grave".

Asimismo, el expresidente del Gobierno se ha referido a la comparación que hizo Pedro Sánchez para defender el papel del verificador en las negociaciones con Puigdemont en las que recordaba que el Gobierno de Aznar se reunió con ETA en Suiza: "Una cosa es verificar si una organización terrorista va a cumplir una tregua y otra cosa distinta es negociar clandestinamente con un mediador internacional. "Es absolutamente ridículo. Yo no me he querido meter en esos debates, pero aquí hay señores que han presumido de haber terminado con ETA. Y luego se dice que no se pagó ningún precio, pero se pagó el de la legalización, entre otros. Yo sé que pedirles a algunos la decencia de que se callen es imposible, pero al menos que no lo empeoren", ha expresado.

Por otro lado, Aznar también ha reflexionado sobre la ruputura a nivel nacional entre el PP y Vox, evidenciando así una falta de unidad en el bloque de las derechas, después de que Pedro Sánchez haya arrancado una nueva legislatura al frente del Gobierno español.

Preguntado por el papel jugado por Vox durante los comicios generales, Aznar se ha mostrado muy crítico con el partido de Santiago Abascal: "El centroderecha fue dividido a las elecciones y eso ha penalizado mucho al PP. Me interesa mucho el electorado de Vox, no sus dirigentes". Además, el expresidente del Gobierno tiene claro que "hay dirigentes de Vox que son perfectos aliados de Sánchez".