Vox rompe relaciones a nivel nacional con el PP. La formación de Santiago Abascal evidencia el distanciamiento con los de Alberto Núñez Feijóo después de que Génova 13 se negara a dar la respuesta conjunta que pedía la formación ultra contra la amnistía.

Abascal lleva semanas solicitando una contestación “coordinada” en el marco de la derecha para frenar el “Golpe de Estado” de Pedro Sánchez. Así las cosas, a finales del mes de noviembre, el partido asumía que observaban “atónitos” cómo el PP “denuncia el golpe a la Constitución los domingos en las calles y el lunes llega a acuerdos con el PSOE en el Congreso”.

Esa esa precisamente la línea que ha seguido este lunes el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, en la rueda de prensa que ofrece cada lunes: “No entendemos que se convoque a manifestaciones el domingo y el lunes se pacte con PSOE y Sumar en el Congreso. Es la evidencia de que el PP no quiere protagonizar lo que quiere el pueblo español en un momento tan grave como el que estamos viviendo. Dan por imposible esa coordinación conjunta con Vox para parar el Golpe de Estado (…)”.

En estas, apuntala que “se apoyó al señor Feijóo en su investidura” y “convocatorias para protestar contra la amnistía” porque “entendíamos que es lo que había que hacer”. “Y hemos recibido ataques, desprecios y pactos con el señor Sánchez”, estima.

Con ello, el desde Bambú ha hecho alusión a la conformación de las comisiones y el reparto de los cargos que tiene lugar este lunes en el hemiciclo, haciendo seguidismo de las palabras de Abascal la semana pasada y del diputado de Vox, José María Figaredo, el domingo, quien lamentó desde Debod: “Observamos con perplejidad cómo los populares con una mano convocan manifestaciones los domingos y con la otra pacta comisiones y cargos con el PSOE”. Así las cosas, Vox asegura que el PP ni siquiera ha cogido el teléfono para intentar abordar esa solución conjunta que tanto han reclamado.

De este modo, el también diputado en la Cámara Baja y candidato a las elecciones de la Generalitat el pasado mes de febrero, ha anunciado que dejan a los populares apartados de su particular cruzada contra la medida de gracia a los políticos catalanes, pero que mantendrían la relación con ellos en las regiones y municipios en las que gobiernan de manera conjunta: “No vamos a dejar de pelear. No vamos a contribuir a normalizar una situación tan grave y, por lo tanto, vamos a seguir liderando la batalla a los mismos niveles que hasta ahora. Por supuesto, vamos a trabajar desde los gobiernos autonómicos y sus líderes para plantar cara al Golpe. El señor Feijóo y Génova han decidido ir por un lado, y nosotros vamos a trabajar con los gobiernos regionales y autonómicos por otro”.

El PP quiere volver a ser la única oposición

El PP pretende volver a postularse como única oposición. Parece que se le hará complicado porque no se pueden desligar de Vox tan fácilmente a nivel autonómico y local, pero los nombramientos duros -quien sabe si condicionados precisamente por ese electorado perdido- también van en sintonía con intentar recuperar votos.

Este lunes el portavoz de los populares, Borja Sémper, se ha pronunciado en la misma línea, y es que el encargado de dirigirse a los medios después del Comité de Dirección de cada lunes ha enfatizado que “no se van a callar ni rendir”; ni “en las instituciones” ni “en las manifestaciones en la calle”.

CGPJ y verificador

Las críticas de Génova al PSOE han ido en dos direcciones en las últimas horas: la no renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), provocada por el propio PP y que ha favorecido acusaciones cruzadas entre formaciones, y la figura del verificador internacional para las negociaciones PSOE-Junts, que recaerá sobre el salvadoreño Francisco Galindo Vélez.

Sobre lo primero, y cuando el máximo órgano de los jueces va por los cinco años de bloqueo, Sémper ha señalado que su objetivo pasa por “despolitizar la política”, pero “conforme al programa con el que nos presentamos a las elecciones”. “Si no se acepta, con nosotros no”, ha dejado claro, apostillando que lo que son los jueces los que deben elegir a los jueces.

Por otro lado, respecto al nombre que se despejaba el pasado sábado tras la reunión entre el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y los soberanistas en Ginebra, Génova ha afeado nuevamente que las conversaciones tengan lugar fuera de España. “A ellos mismo les provocan vergüenza”, contemplan.

Cuestión de “huevos”

La tensión entre derecha y extrema derecha es palpable también en algunas localidades. El ejemplo más claro es el Ayuntamiento de Madrid, donde el portavoz de Vox, Javier Ortega-Smith, echaba en cara a los populares abstenerse en la propuesta de Vox para reprobar a Sánchez.

Los de Abascal dijeron a los de Feijóo que eran “gallinas ponedoras” y les acusó de “no tener huevos” para postularse con ellos en esta cuestión. A los reproches de entonces les han seguido otros este lunes, cuando el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, se ha mostrado contundente con Vox.

Si la semana pasada el PP reprochaba el enfrentamiento del propio Ortega-Smith con la Policía en Ferraz, en la presente ocasión ha señalado que quizá él “no tiene los huevos” de la ultraderecha, pero sí “los votos de los que carece” y que le mantienen con mayoría absoluta en Cibeles.