El representante y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, ha participado en las protestas en la calle Ferraz, donde se encuentra la sede nacional del PSOE, sumándose a la decimoquinta jornada de manifestaciones contra la amnistía. Durante su presencia, dirigió críticas hacia el delegado del Gobierno de Madrid, Francisco Martín, a quien llamó "sinvergüenza", acusándolo de coordinar un despliegue policial que considera "desproporcionado y humillante".

Smith expresó su descontento por lo que percibió como una respuesta excesiva de las fuerzas policiales, instando a una mayor exigencia en la selección de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Tras la disolución pacífica de la manifestación, el diputado de Vox defendió a los manifestantes frente a la policía y lanzó comentarios desafiantes hacia los agentes antidisturbios, provocando tensiones al decirles que se quedaban "con ganas de hacer detenciones" y sugiriendo que practicaran "con el saco".

En sus declaraciones, cuestionó la necesidad de un despliegue masivo de recursos policiales para enfrentar a un grupo reducido de manifestantes, señalando que la UIP debería ser más selectiva en su actuación. Además, hizo hincapié en que, desde su punto de vista, no se requería el uso de equipamiento tan contundente por parte de los agentes.

Smith también dirigió duras palabras a Francisco Martín, acusándolo de no utilizar a la UIP para reprimir manifestaciones de otras corrientes políticas, como la extrema izquierda o grupos separatistas en regiones como Cataluña o el País Vasco.

En otro contexto, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) envió una carta de queja al presidente de Vox, Santiago Abascal, expresando su preocupación y descontento por las declaraciones de Javier Ortega Smith, quien había acusado a algunos agentes de "abuso de autoridad" durante los disturbios en la sede del PSOE en Ferraz. El SUP espera una postura favorable a los miles de funcionarios de la Policía Nacional que se sienten desvalorados y utilizados políticamente, similar al trato que se dispensó a secesionistas y criminales en el pasado.