En principio podría parecer un absurdo. De hecho lo es. Pero es un absurdo con un claro sentido. Nos explicamos: TVE va a hacer un espectacular despliegue para la final de la Champions de este año en Milán que no hizo, por ejemplo, el año anterior, con la final de Berlín, donde también había un equipo español, el Barça. Con la diferencia, enormemente sustancial, de que en 2015 quien tenía los derechos de transmisión era la propia TVE, mientras que este 2016, quien va a retransmitirla es Antena 3 TV.
O lo que es lo mismo, quienes vean (o hayan visto) este sábado el telediario del mediodía, se habrán encontrado (es lo previsto en escaleta cuando escribimos esta crónica, según nos confirman desde la propia redacción de Torrespaña) con 52’ de 60’ dedicados a la final. Es más el informativo será presentado por su editor, Pedro Carreño, desplazado con gran parte de su equipo, en torno a 30 personas, a la propia Milán. Todo para dejar claro un mensaje que, evidentemente, es contraproducente para los intereses de la propia TVE: el acontecimiento del día lo tienen ‘a dos canales de aquí’, en Antena 3.
El despliegue, como decimos y nos insisten en la redacción de informativos de TVE, es superior al que se realizó en Berlín hace doce meses. Incluso nos confirman que hay un equipo de Informe Semanal en la capital del norte italiano, cosa que tampoco hubo en la capital alemana en 2015. En concreto, TVE va a gastar más de un cuarto de millón de euros para promocionar un evento del que carece de derechos y de posibilidad de sacar rendimiento de audiencias o publicitario.
La perplejidad que puede producir, sin embargo, este deseo de TVE de ‘apoyar’ a una televisión de la competencia se reduce cuando se conoce que la decisión no ha sido tomada por deseo del presentador-editor, Pedro Carreño, sino que obedece a “órdenes de arriba” porque existe la decisión de vender el acontecimiento como una muestra más del “España va bien”.
Un partido entre dos equipos españoles, con la presencia del Rey y, sobre todo, del presidente de Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se quiere vender en TVE como un acto electoral más, encubierto. Es la explicación que dan en la propia televisión de todos al absurdo. Y como muestra final de que esto es así, la previsión de escaleta para el informativo de TVE de esta noche: el programa se hará desde los estudios en Madrid, sin conexiones en directo con Milán, a pesar del despliegue de sólo seis horas antes, y con apenas unas conexiones con el Santiago Bernabéu y el Palacio de Deportes, donde se reunirán las dos aficiones.
El trabajo de los teledelirios de campaña, ya estará hecho para entonces.