La Comisión Europea está presionando a España. De hecho, lleva haciéndolo durante semanas con un único objetivo, que el país forme Gobierno cuanto antes. Tras conocerse el resultado electoral del pasado 10 de noviembre, que dio por vencedor de estos quintos comicios en cuatro años al Partido Socialista, Bruselas exigió al presidente en funciones, Pedro Sánchez, pactar ¿Por qué?

La Comisión Europea no quiere oír hablar de recesión, pero lo cierto es que nos precipitamos a un escenario de ralentización económica: el PIB de la eurozona tan sólo en un 0,2 por ciento este último trimestre. Tanto es así, que el Fondo Monetario Internacional ha alentado a las economías europeas a preparar sus planes de contingencia. 

Europa necesita estabilidad política, en un contexto en el que hay varios frentes abiertos: Por un lado, el Brexit mantiene entre las cuerdas al Gobierno de Boris Johnson, que prolonga la desconexión con Europa sine die, por otro, los chalecos amarillos en Francia mantienen una confrontación directa contra el Gobierno de Macron y, a esto, se le suma una Alemania que sortea por décimas la recesión técnica. Estos son algunos ejemplos que contemplamos, sin tener en cuenta la batalla comercial entre Estados Unidos y China, cuyas consecuencias directas impactan sobre los mercados europeos. 

Por eso, este miércoles, la CE ha advertido de que en España serán necesarias medidas que compensen el aumento de las pensiones ligado al IPC previsto para 2020. El objetivo es el de garantizar, dicen, la sostenibilidad del sistema de pensiones a medio y largo plazo. Bueno, el objetivo es que España no se vea arrastrada por las malas cifras. 

No es novedad este tirón de orejas desde Bruselas. El pasado mes de junio el organismo europeo ya advirtió, a través de una recomendación, que analizaría el Plan de Estabilidad español vinculado a la prórroga presupuestaria.

Además, el mismo día en que España celebraba la jornada electoral, es decir, el pasado 10 de noviembre, Mina Andreeva, portavoz jefe de la Comisión Europea, lanzó un mensaje directo a Sánchez: “Es seguro que no será fácil para el presidente -en funciones- Sánchez formar una mayoría, pero esperamos que el proceso llegue a un Gobierno que permita a España seguir jugando un papel activo en la UE y más allá”. 

Por qué tal contundencia nos preguntábamos entonces. La respuesta, diez días después sigue siendo la misma: la CE exige al Gobierno de turno una reducción del déficit previsto en el presupuesto. Algo que España no podrá asumir. La prórroga anunciada por el Gobierno socialista contempla un incremento del 0,9 por ciento en las pensiones para 2020, acorde al IPC real, -lo que supondrá un coste presupuestario de 1.404 millones de euros- , y una subida salarial para los funcionarios del 2 por ciento ¿Es esto posible? 

La Comisión calcula que ambas medidas tendrán un impacto de entre 4.800 y 6.000 millones de euros e “incrementarán el déficit” de España, algo que consideran, es innecesario a estas alturas. La CE choca frontalmente con el Partido Socialista y Podemos, que han acordado en el pacto de Gobierno apostar por políticas sociales y desarrollar un plan económico “con arreglo a los acuerdos de responsabilidad fiscal de España con Europa”. 

Bien, pues según Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, no es posible aumentar el gasto, como pretende el Gobierno en funciones  porque “España está entre esos países con un alto nivel de deuda pública y por lo tanto es importante que continúe reduciendo el déficit”. No hay que olvidar que los españoles, sorprendentemente están echando músculo y combatiendo el arrastre hacia una recesión en la eurozona. 

¿Sólo los españoles debemos dinero?

Deber dinero no está bien pero ¡ojo!, en este club no somos los únicos que debemos dineritos. De hecho, actualmente son España, Bélgica, Francia y los Países Bajos los miembros que están tirando del carro de la eurozona. Polonia, Hungría, Bulgaria y Letonia, por su parte, son los que más rápido se están expandiendo en la zona euro.

Por lo que, la Comisión lo que pretende es que España no se acerque al escenario de peligro que puede ser una recesión técnica. Situación en la que ha estado recientemente Alemania, con la salvedad de que España no podría sortear la situación, como lo han hecho los alemanes, básicamente porque su tejido industrial y laboral no es tan sólido como el de los vecinos centroeuropeos. 

Así que la CE considera que es necesario apretar las tuercas al futuro Ejecutivo. De hecho, el documento europeo calcula que la deuda pública española a finales del 2020 será dos puntos superior a las estimaciones que ha realizado el Gobierno en funciones, situándose estas en un 96,6 por ciento.  Además, Bruselas prevé que España cierre el año en el 2,3 por ciento del PIB, tres décimas por encima de lo que prevé el Ejecutivo. De hecho, a principios de mes la CE estimó que España, actualmente, crece al 1,9 por ciento, es decir, tres décimas por debajo (2,2 por ciento) que el pasado mes de abril, también marcado por unos comicios electorales. 

España necesita un Gobierno

Pareciera que la inestabilidad política se traduce en inestabilidad económica. Por ello, Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos, ha señalado que esperan que los países que tienen “una situación política inestable, intenten formar un Gobierno estable y después presenten un borrador de presupuesto actualizado y completo que cumpla las reglas”.

Tras conocer la evaluación negativa que ha realizado Bruselas, el Gobierno en funciones ha asegurado que enviará los Presupuestos Generales del Estado para 2020 en cuanto sea posible. En ellos, se debe incluir, recuerda la CE, “las medidas necesarias” para cumplir con las normas comunitarias lo antes posible.