Teruel acogerá un museo sobre la Guerra Civil, un proyecto que viene rodando desde hace una década y al que se ha dado finalmente un nuevo impulso en esta legislatura. De hecho, en 2018 se crearon sus bases jurídicas.

En febrero pasado se celebró la primera reunión de la comisión asesora del proyecto, presidida por la consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, que sentó las bases de los contenidos y concluyó un cronograma de actuaciones.

Javier Paniagua, profesor de Historia Social y del Pensamiento Político de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y presidente de la comisión asesora del proyecto, explicó entonces que el objetivo es procurar el máximo consenso entre los historiadores para elaborar el contenido y que por tanto pueda ser un relato para todos. En ese sentido, ha dicho que "los museos modernos que existen en Europa van por ese camino", como pueden ser los del Holocausto en Berlín o el que proyectó el expresidente Obama en Pensilvania. "Creemos que, después de 80 años, es hora de hacer un museo de la reconciliación", subrayó.

Sin diferenciar entre bandos

El proyecto, según han explicado sus impulsores, pretende “aflorar el sentimiento de cada uno de los observadores en contra del odio y la sinrazón” y se basará en dos módulos: el primero mostrará la Guerra Civil en su conjunto y el segundo, lo que ocurrió en Teruel, los ataques contra la población civil, entre el 15 de diciembre de 1937 y el 22 de febrero de 1938.

El proyecto busca no diferenciar entre bandos porque, según explicaron sus impulsores, pretende “llamar a la reflexión y a la lucha contra el odio y la intolerancia. Profundizando en esta idea, el final de la zona de exhibición se plantea abierto, buscando que el propio visitante saque sus propias conclusiones sin pretensión alguna de adoctrinamiento".

Historiadores de prestigio 

El área donde se levantará el museo cuenta con 3.500 metros cuadrados y los visitantes podrán apreciar una exposición permanente, exposiciones temporales, un auditorio y una zona de servicios con cafetería y tienda, además de una biblioteca especializada.

Paniagua está al frente de un equipo asesor que integran los historiadores Joan Santacana, Paul Preston, Helen Graham, Stanley G. Payne,  Alberto Sabio y Eloy Fernández Clemente, entre otros.  El Museo de la Guerra Civil costará 8,7 millones de euros.