El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha publicado este miércoles una tribuna en El País justificando que los indultos a los presos del procés que aprobó este martes el Consejo de Ministros y que ya han llegado al BOE “buscan recuperar la concordia y la convivencia”. En un artículo titulado El espíritu constitucional, Sánchez asegura que “el Gobierno quiere ahora, cuanto antes, retomar el diálogo y mantenerlo hasta que se alcancen acuerdos”.

El líder del Ejecutivo ha recordado que “nuestro país ha sido capaz de hacer frente y salvar diferentes obstáculos” con el diálogo como herramienta: “Nuestra democracia echó a andar gracias al generoso abrazo de hombres y mujeres que, sin compartir las mismas ideas, entendieron que la Constitución era el único marco posible”.

Esgrimiendo precisamente esta idea de concordia vehiculada a través del diálogo, Sánchez apunta que “el indulto que el Gobierno de España concedió ayer en el Consejo de Ministros a los nueve condenados en el juicio del procés que permanecen en prisión forma parte de esa trayectoria democrática y no lo sustenta otra razón que la recuperación de la concordia y la reconciliación de la ciudadanía”.

Tal y como argumentó durante su comparecencia tras la reunión del Consejo en Moncloa, el presidente reitera que “el Ejecutivo ha resuelto que existen razones de utilidad pública que aconsejan conceder estos indultos”. A su juicio, “es una figura necesaria en determinados momentos” que “ni cuestiona ni revoca la sentencia firme condenatoria”: “Se trata de indultos parciales. Se conmuta la pena pendiente de prisión, pero se mantienen las condenas por inhabilitación de todos los condenados. Del mismo modo, todos los indultos quedan condicionados a que no se cometa ningún delito grave durante un plazo de tiempo determinado o el indulto quedaría sin efecto. Es decir, que existe la condicionalidad”.

Sánchez admite que ha sido una “decisión difícil”, pero la toma con la mayor de las determinaciones y la “seguridad de que el Gobierno hace lo mejor para el conjunto de España y para Cataluña”. Es, añade, “un primer paso que se inspira en el espíritu bajo el que se redactó esa Constitución de la Concordia y que busca que pueda producirse un reencuentro social que es urgente y necesario”.

Por último, reconoce que es perfectamente consciente de que “hay ciudadanos que son contrarios a esta medida”, y lo respeta. No obstante, insiste en que “debemos poner en la balanza las expectativas de futuro. Y en esa balanza política, las razones del futuro deben prevalecer sobre las referencias del pasado”.