El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el nuevo líder del PP y presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se tomarán el pulso este jueves por primera vez. Una reunión que servirá para sentar las bases de la relación PSOE-PP y que profundizará en las posibilidades de futuros grandes pactos. Fuentes socialistas explican a ElPlural.com que esperan que la cita constituya un buen punto de partida que abone, entre otras cosas, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), caducado desde hace más de tres años. Por su parte, Génova acude con la intención de “escuchar”, puesto que no hay un orden del día establecido y será el líder del Ejecutivo el que lleve la voz cantante.

Sánchez dará la bienvenida a Feijóo y le pedirá mesura y que se aleje de los postulados ultraderechistas que marcaron la etapa del depuesto Pablo Casado. También le expondrá su agenda y pedirá su apoyo para el Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas derivadas de la guerra en Ucrania. El gallego se opondrá. La recién nombrada secretaria general, Cuca Gamarra, expuso en rueda de prensa el pasado lunes que “no hay que confundir la moderación con la sumisión, ni la vocación de pacto con el entreguismo”; y habida cuenta de que Feijóo manifestó durante el Congreso Nacional que era condición sine qua non una bajada de impuestos para que el PP prestara su bancada, el asunto encallará.

La guerra en Ucrania sí que generará un consenso. El líder del PP trasladará a Sánchez que cuenta con su apoyo en lo relativo a la invasión rusa. El Congreso de los Diputados, con la excepción de la CUP, BNG y el diputado de Unidas Podemos Enrique Santiago, se fundió en un sonoro aplauso tras escuchar la intervención del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, a quien Sánchez correspondió anunciando el envío de más armas. Génova apoya esta política de suministrar material ofensivo a la resistencia.

Donde se esperan discrepancias es en lo relativo al CGPJ. A mediados de octubre del pasado año, 2021, PSOE y PP rubricaron el primer gran acuerdo de la legislatura: la renovación de todos los órganos constitucionales caducados a excepción del CGPJ. Un pacto que suscitó polémica, sobre todo en las filas socialistas, por tragarse el sapo de colocar a Concepción Espejel y Enrique Arnaldo en el Tribunal Constitucional. Quedó pendiente por la negativa de los populares y, ahora, los socialistas esperan que el perfil estadista de Feijóo y su predisposición a grandes pactos allane el camino.

Tal y como publicó este periódico, fuentes socialistas celebran que el gallego sea más aperturista y dialogante. Respetaron los tiempos y garantizaron que no habría movimientos para renovar el CGPJ hasta que el nombramiento de Feijóo como presidente del PP fuera oficial: “No adelantemos pantallas”, razonaron. Ese momento ha llegado y la primera prueba del algodón será este jueves.

La propuesta de Casado

El PSOE esperaba que el acuerdo por la renovación de todos los órganos constitucionales caducados pudiera desbloquear las conversaciones por el CGPJ. Sin embargo, Casado continuó enrocado. Su condición se mantenía: o el Ejecutivo se comprometía por escrito a modificar el sistema de elección o no habría acuerdo alguno. En concreto, el expresidente del PP pretendía “reforzar la independencia judicial” de manera que “los jueces elijan a los jueces”. Así, al menos 12 de los 20 vocales del CGPJ serían elegidos por los propios magistrados. ¿Será esta la misma postura que defenderá Feijóo o tiene la suya propia?