La Xunta de Galicia ha decidido elevar a dos el nivel de alerta, empujada por el movimiento del Principado de Asturias en la misma dirección, y podrá contar con la asistencia técnica de los recursos estatales para combatir la crisis de pellets de plástico tóxicos. Por el momento, la única petición se refiere a la recogida en alta mar de los microplásticos, acción que el propio consejero del Mar del Gobierno de Alfonso Rueda descartó tras el estallido de la crisis medioambiental al considerarlo “imposible”.

La Xunta puede solicitar la ayuda necesaria, pero debe concretar los medios que requiere para que el Ejecutivo central los ponga a disposición de la autonomía, encargada de la dirección del operativo. Desde Madrid, el Ministerio de Transición Ecológica lamenta la actitud no proactiva del Partido Popular (PP) gallego, que ni siquiera advirtió de que elevaría el nivel de alerta y pediría ayuda. “Hemos tenido conocimiento de la petición de ayuda a través de los medios de comunicación, más que a través de una comunicación directa que no hemos recibido”, ha revelado Teresa Ribera en RNE.

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha revelado este miércoles que en la demanda de la Xunta “no se concreta la asistencia técnica, sino una petición más a nivel general”. El tamaño de los plásticos y el efecto de las mareas complica las labores de recogida y obliga a desarrollarlas cuando los deshechos tocan tierra, como reconoció el propio Gobierno de Rueda, que ahora “pide una recogida en el mar que el propio consejero del mar reconoció a los Ayuntamientos que no era posible”, ha señalado Ribera.

Los sacos no son visibles y los pellets sueltos son de un tamaño que hacen imposible la recogida”, ha explicado la titular de la cartera de Transición Ecológica. A esta situación se suma que el tiempo transcurrido desde la caída al mar de los contenedores de la naviera.  “Ya hace semanas que las mareas pueden haberlos llevados a cualquier lado, por eso la alerta salta cuando tocan tierra”, ha desarrollado la ministra La rapidez y la colaboración son ahora vitales para dar una respuesta eficiente.

Cronología de los hechos

Durante los últimos días la ciudadanía ha presenciado un intercambio de acusaciones sobre el conocimiento del vertido y la actuación de las administraciones. La Xunta aseguraba que no conocía la situación, pero posteriormente se ha conocido que a mediados de diciembre el servicio de emergencias de la Comunidad Autónoma ya había recibido varias llamadas que alertaban de la situación.

Para encontrar el primer indicio de alarma hay que retrotraerse al 8 de diciembre, momento en el que la naviera implicada sufrió un contratiempo lanzó un mensaje de seguridad para la navegación indicando que un golpe de mar había hecho caer contenedores. No obstante, en estos momentos no podía conocerse el contenido de los contenedores y el mensaje, “rutinario” según Ribera, iba destinado a avisar al resto de barcos de la zona para que fuesen precavidos de cara a encontrarse la carga.

Tan solo cinco días después, comenzaron a sonar las primeras llamadas al respecto en los servicios de emergencias. “Hay toda una trazabilidad de cómo se van produciendo las comunicaciones desde el día 13 de diciembre, cuando el 112 de la Galicia advierte de que existen avisos de que particulares están empezando a encontrarse los primeros pellets”, ha recordado Ribera, que lejos de querer seguir indagando en la lucha de tiempos ha llamado a colaborar y sacar adelante la crisis.

“Me parece importante destacar que lo que echamos en falta es una reacción rápida de limpieza o una petición de colaboración”, ha reconocido. Además, es necesario que, oficialmente, la Xunta pida la ayuda para que el Gobierno pueda actuar. “El sistema de respuesta lo que prevé es que, en función del nivel de alerta, el Gobierno pueda contribuir al esfuerzo que tutela la Comunidad Autónoma”, ha aclarado Ribera.

“Es lo que estamos haciendo en Asturias y es lo que tenemos que hacer con la Xunta”, ha señalado la vicepresidenta. La respuesta asturiana tardó un día en llegar desde que los primeros pellets se detectaron en el litoral del principado, actuación veloz que desde Transición Ecológica han echado en falta desde Galicia y que atribuyen a la proximidad de las elecciones autonómicas. No obstante, mientras el Ministerio ha ido “organizando nuestros propios equipos y recabando material”, ha reconocido la vicepresidenta.

Más allá de la gestión de una crisis ya detonada y de las acusaciones cruzadas para buscar responsables, el foco debe estar puesto en los momentos previos. “Esto que estamos viendo evidencia la necesidad de seguir reduciendo la presencia de plásticos en alta mar, que tardan mucho tiempo en degradarse y dañan ecosistemas”, ha puesto en valor Ribera, con la esperanza de que esta situación “nos sirva para tomar conciencia de que el mar no puede ser un vertedero”.