La Xunta de Galicia ha llevado a cabo auténticos malabares para eximirse de toda responsabilidad frente a los pellets de plástico que inundan las playas gallegas, desde mentir con las fechas para justificar su inacción hasta asegurar, en contra de organismos tanto nacionales como internacionales, que estos microplásticos no son tóxicos. Para esto último, el PP, a nivel regional y nacional -en palabras del presidente Alberto Núñez Feijóo- se ampara en un informe encargado por la Xunta que también desmonta la tesis popular.

El texto señala: “En lo referente a medidas en caso de vertido occidental (de los pellets), se indica no inhalar el polvo, evitar el contacto con la piel, los ojos y la ropa cuando se proceda a la limpieza del vertido, así como evitar la formación de polvo”. Y añade que “para su manejo y almacenamiento, se recomienda no inhalar el polvo, evitar el contacto con piel y ojos y, por lo tanto, el uso de gafas de protección y guantes”. De este modo, se puede extraer que el propio estudio considera tóxica la sustancia.

Para ser más precisos, el documento advierte de los riesgos de los pellets en caso de “vertido occidental”, ya que contienen dos ingredientes secundarios en muy pequeña proporción, de los cuales uno de ellos es tóxico. Se trata del pentaerythritol tetrakis, una sustancia con “toxicidad aguda cutánea y toxicidad acuática crónica” que “puede ser nociva en contacto con la piel y para los organismos acuáticos, con efectos nocivos duraderos”.

Se recomienda no inhalar el polvo, evitar el contacto con la piel, los ojos y la ropa (...) El uso de gafas de protección y guantes

Estudios insuficientes

La Xunta de Galicia ha encargado dos informes. Al que se hace referencia en estas líneas es uno elaborado por el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (Cetim), aunque el ejecutivo de Rueda alude a los dos para defender que el material no es peligroso.

Sin embargo, cabe destacar que ambos documentos solo analizan el etiquetado y avisan de que se está llevando a cabo un análisis de muestras recogidas en playas gallegas. En otras palabras, están realizados únicamente a partir de las fichas técnicas facilitadas por la empresa fabricante. Mientras tanto, se encuentra en desarrollo un análisis químico con el que se espera completar la información y que se encargó también al Cetim para cumplimentar la información acerca de la composición de estos microplásticos queen el trascurso de la semana han llegado también a las costas asturiana y cántabra. Despejar esta incógnita resulta absolutamente trascendente para entender la magnitud del problema que pueden entrañar los pellets y de la crisis ecológica que pueden provocar este pequeño material.

El centro aclara en las conclusiones de su informe provisional que ya entregó a la Administración que “teniendo solo en cuenta los documentos, en base a las fichas de datos de seguridad, tanto la masterbatch UV900 (pellet), como sus componentes individuales, polímero de polietileno y aditivo (UV622)” están clasificados en el reglamento europeo como “sustancia o mezcla” que “no es peligrosa” para “las condiciones de uso indicadas en las especificaciones técnicas”. Incluso, sostiene una afirmación que ha causado sorpresa y revuelo en las últimas horas: que los pellets están preparados para entrar en “contacto con los alimentos”.

Pero es que el otro informe en el que se ampara la Xunta es todavía mucho más escueto -de apenas una página- y entraña las mismas dudas o más, ya que afirma, a partir de la ficha técnica y de seguridad que la empresa fabricante Coraplasts transmite a la armadora que, según la “norma vigente” europea el material se considera “no peligroso”, ya que “en caso de existir algún riesgo, estos serían recogidos en la ficha de seguridad”, según el experto Santiago García Prado, doctor en Ciencia y Tecnología de Polímeros y responsable de I+D del grupo Valtalia, en A Coruña.

Los voluntarios trabajan sin protección

A la espera de que los estudios avancen, se recomienda la utilización de material adecuado -como “gafas de protección” y “guantes”- para “no inhalar el polvo” y “evitar el contacto con la piel, los ojos y la ropa cuando se proceda a la limpieza del vertido, así como para evitar la formación de polvo”. “Para su manejo y almacenamiento, se recomienda no inhalar el polvo, evitar el contacto con piel y ojos y, por lo tanto, el uso de gafas de protección y guantes”, emite el párrafo del informe al que ha tenido acceso El País.

Sin embargo, las personas que durante estos días se han desplazado a la costa de manera voluntaria para ayudar en la recogida de este material y la limpieza de las playas lo han hecho sin protección y en el mejor de los casos, con guantes u otras prendas que nadie, más que ellas, les han facilitado.