El candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dedicado una hora a su discurso de investidura en el que hizo constantes alusiones al consenso y diálogo con las fuerzas políticas, que comenzó recordando que lo "razonable" es que gobierne la fuerza política más votada y más si le ha sacado "dos millones y medio de votos a la segunda fuerza política", sin aludir directamente al PSOE. Tras recordar que llegaba al Debate de Investidura con el apoyo de Ciudadanos, Coalición Canaria, UPN, Foro Asturias y Partido Aragonés, señaló que "no vale cualquier Gobierno" y dedicó el grueso de su intervención a ofrecer acuerdos y consenso.

Una frase para la corrupción

Si Mariano Rajoy no hizo ni una solo mención a Cataluña y su reto independentista, a la corrupción dedicó una única frase: "En España no existe la impunidad contra la corrupción". Lo dice el presidente de un partido sentado en el banquillo, del primer partido imputado como tal en 40 años de Democracia. El PP está imputado como partido en el caso Gürtel y en el caso Taula.

Consenso obligado sin mayoría absoluta

Rajoy ofreció acuerdos en los "grandes temas de Estado", y concretamente en pensiones, educación y financiación autonómica. No hizo alusión alguna al conflicto independentista catalán. Sin embargo, Rajoy obvió que con 135 diputados, y muy lejos de la mayoría absoluta que ni siquiera tiene sumando a los diputados de Ciudadanos, el acuerdo es obligado si quiere sacar algún tema adelante.

Reconoce las dificultades ante una situación "inédita"

El candidato señaló que, si consigue ser investido, "no se me ocultan las dificultades y previsibles escollos" y dedicó el grueso de su discurso a prometer diálogo, dado que reconoció que España vive "una situación inédita que no conoce precedentes". Señaló que "parece justo y razonable que quienes no desean terceras elecciones apoyen esta opción", en alusión a la abstención del PSOE, pero reconoció que "la excepcionalidad de las circunstancias" obligará al PP a buscar acuerdos: "tengo asumido que cada día tendremos que dialogar", afirmó.

No a terceras elecciones por patriotismo

Rajoy se llevó la mayor ovación de los diputados populares en cuanto nombró la palabra España, concretamente cuando tras asegurar que "no he subido a esta tribuna para buscar beneficio personal o partidario", había descartado "el horizonte de poder mejorar nuestras perspectivas electorales" porque el PP "es una herramienta al servicio de los españoles".