Este jueves hemos conocido que el Comité Organizador del Congreso del Partido Popular (COC) piensa meter a 3.082 compromisarios en un aforo con capacidad para 2.000 personas. Así se lo ha comunicado por carta a los compromisarios, reconociendo las inconveniencias que pudiera causar y disculpándose de antemano. De qué manera conseguirán acomodar en el plenario de su propio congreso a los 1.082 compromisarios "sobrantes" es un misterio. Tampoco se podrán reservar o asignar previamente los asientos, por lo que es hasta posible que veamos peleas por hacerse con una butaca de las 2.000 que posee el auditorio que da nombre al Hotel Marriott Auditorium, situado a medio camino entre el casco urbano de Madrid y el aeropuerto de Barajas.

Tras tres cambios de horario, el presidente del COC, el eurodiputado Luis de Grandes se paseará ufano por la instalaciones, al mediodía del viernes, cuatro horas antes de que comience todo. De Grandes no sólo ha cambiado el horario de su visita -y posterior rueda de prensa-, sino que también ha cambiado con frecuencia las normas y la interpretación de éstas durante las accidentadas primarias popularesPor ejemplo, se dijo en principio que la "segunda vuelta" de las primarias -el voto de los compromisarios- se votaría con un papeleta única y en blanco -que se tendría que rellenar con un boli-, para luego rectificar y decir que se haría con papeletas con el nombre de cada candidato. Una imprevision y unos cambios sobre la marcha similares a los que inauguraron su mandato en el COC: aseguró que habría debate entre los candidatos, para luego decir que tampoco era obligatorio hacerlo y después decir que no se iban a hacer porque las reglas no lo contemplaban. 

Tampoco ha tomado ninguna clase de medida sobre los problemas derivados de un hinchadísimo censo de afililados que se tradujo en un reducido censo de votantes, ni le ha dado importancia a las apariciones o desaparaciones milagrosas de cientos de militantes con derecho a voto, ni a las reclamaciones denunciando manipulación u obstruccionismo

De Grandes prohibió a la prensa poder acceder a las sedes locales del PP donde se realizaron las votaciones, restó importancia a que votasen personas que no estaban en el censo e ignoró que algunas que sí que lo estaban no pudieran votar después. Afirmó que no le "constaba" que hubiera habido faltas de neutralidad o presiones por parte de "aparatos" regionales cuando casi todos los "barones" del PP se han posicionado en el duelo Santamaría-Casado.

EL COC hizo una tímida advertencia a los candidatos acerca de que no podían financiarse con donaciones, pero estableció unas normas de campaña que favorecieron a los candidatos con más recursos económicos, que usaron igualmente fondos privados y no del partido, aunque no han explicado de dónde han salido. 

Por supuesto, no se ha investigado el vídeo contra Soraya Sáenz de Santamaría, tampoco se han revisado las reclamaciones de José Luis Bayo, el único candidato que ha recibido una respuesta contundente del COC:  que no podía ser candidato. De Grandes se defiende y declara que la "capacidad de investigación" de la comisión organizadora "es cero" porque no tiene "medios" y luego procede a sacar pecho, diciendo que el órgano que él dirige ha actuado con "neutralidad" e "imparcialidad", velando además por la "transparencia". 

Con respecto a la transparencia, a día de hoy PP no ha devuelto ninguna de las llamadas a este diario realizadas durante la campaña de primarias, ni ha resuelto ninguna de las dudas sobre el reglamento que se le han planteado a lo largo del último mes y medio.