Adiós neutralidad. Aunque inicialmente la posición oficial era no decantarse por ninguno de los aspirantes, y así trascendió tras la reunión de Juanma Moreno con los presidentes provinciales mantenida el pasado 18 de junio en Córdoba, el líder del PP andaluz ha anunciado hoy que, tras “una reflexión serena”, su opción es Soraya Sáenz de Santamaría.

Todavía el jueves pasado, Moreno eludía pronunciarse a favor de uno u otro candidato a presidir el PP. No obstante, es cierto que su llamamiento a la neutralidad no estaba siendo respetado por dirigentes provinciales o nombres de peso en el partido como el exministro Juan Ignacio Zoido, que había apostado abiertamente por María Dolores de Cospedal.

"Experiencia y cercanía"

Hoy en la localidad sevillana de Lora del Río, Moreno ha optado por rectificarse a sí mismo. Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho, “reúne experiencia en gestión, cercanía con los ciudadanos, es quien de manera nítida puede interpretar los sueños de los españoles ganando unas elecciones y, además es el momento de las mujeres; por eso, a nivel personal, creo que es la opción más viable, la más positiva para los intereses del PP andaluz, del conjunto del partido y la opción que puede devolvernos el Gobierno".

Una victoria de su oponente María Dolores de Cospedal podría ser letal para los intereses de Moreno, que llegó a la presidencia del partido en Andalucía de la mano de Santamaría y en contra del criterio de Cospedal, cuyo candidato –que la secretaria general del PP daba por seguro– era el alcalde de Tomares José Luis Sanz. La designación de Moreno tuvo mucho de humillación orgánica de Cospedal.

Votantes y compromisarios

En todo caso, cómo voten los más de 11.000 inscritos en Andalucía puede ser determinante para el desenlace final de unas primarias donde no hay un claro favorito. Es más: si ninguno de ellos obtiene una ventaja holgada sobre el siguiente podría darse la cincunstancia de que quien ganara en votos populares fuera derrotado finalmente merced al voto de los compromisarios asistentes al congreso, que tendrían la última palabra.

La situación no sería nueva: ya se produjo el año pasado en las primarias para elegir al presidente del PP de Jaén, donde, por cierto, persiste desde entonces un enfrentamiento interno que no está siendo nada fácil de apaciguar para la dirección regional.