La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se encuentra inmersa en un duelo por el relato de la pandemia de coronavirus. Tal es la disputa por instaurar su mensaje y que prevalezca que estruja los datos hasta niveles cercanos a la manipulación, como ha ocurrido con su “eufórico” pero “falso” tuit sobre los ingresos hospitalarios. Y al respecto de esta pugna por la verdad, ha trascendido una consigna de la Consejería de Sanidad para que los sanitarios no den entrevistas ni se presten para reportajes en medios de comunicación sin autorización expresa.

“La participación de los profesionales ante un medio de comunicación es siempre voluntaria. El profesional nunca actuará por su cuenta ante un medio de comunicación, siempre debe contar con la autorización de la Dirección del Centro”, reza el documento.

Las instrucciones continúan, y se precisa que será el Responsable de Comunicación “quien contacto con el profesional del Hospital”. Si el periodista en cuestión logra saltarse el filtro y acudir directamente a algún sanitario, la Comunidad de Madrid lo tiene claro: “Éste último [refiriéndose al sanitario] le reorientará para que gestione la entrevista a través del Gabinete de Comunicación”.

En otras palabras, este documento lo que hace es instaurar una suerte de ley del silencio que Podemos ya ha denunciado. El diputado morado de la Asamblea de Madrid Jacinto Morano ha criticado que Ayuso y Aguado tratan de “controlar lo que dicen los profesionales de la Educación y la Sanidad a la prensa”.

“Sin libertad de expresión e información no hay democracia”, ha añadido. La formación morada ya ha registrado una pregunta al respecto en la Cámara autonómica.

En declaraciones a ElPlural.com, la Comunidad de Madrid argumenta que “esta parte se trata de un protocolo incluido en el Plan de Comunicación de la Consejería de Sanidad, vigente desde su aprobación en 2003”.

Cabe recordar que la propia Ayuso poco menos que le declaró la guerra a los “sindicalistas” del sector sanitario que vertían críticas contra la gestión y la falta de recursos. Según espetó en una entrevista en la Sexta noche, se trata de “afiliados a partidos de izquierda” y son responsables de que "la imagen de Madrid sea tan nefasta que lo único que se consigue es expulsar la iniciativa y el turismo y que la gente no se atreva a acudir al comercio”. En este sentido, Ayuso llevó a hablar de “relato sesgado” de algunos medios.

Este cariz de tensión irrespirable entre los sanitarios y el Gobierno regional ha provocado ataques en redes sociales contra varias sindicalistas, como es el caso de Flora Espejo, enfermera del Centro de Salud de Vallecas que ha frecuentado varios programas para valorar la gestión de Ayuso.

Conviene recordar quienes acostumbran a hacer este tipo de apariciones en prensa son sindicalistas en primer lugar porque están más blindados y no temen esas represalias que bien podrían aplicarse a otros trabajadores. Además, al fin y al cabo son representantes de los mismos. En este sentido, Mónica García, de Más Madrid, ha lamentado "la política de miedo-coacción asociada a la red clientelar de favores hace que al final nadie se atreva a hablar porque tienen represalias".