El Partido Popular mandará a la vicesecretaria de Políticas Sociales y Reto demográfico, Carmen Fúnez, y por el secretario de Cultura y actual senador, Jaime de los Santos, a la manifestación de este sábado por el Orgullo. Esta previsto que sea este último el que traslade la posición de su partido en este acto en el que los populares "no van a encabezar nada si no a dejarle todo el protagonismo a los convocantes".

El PP acudirá así a la manifestación del Orgullo en plena polémica por los pactos con Vox y apenas días después de que se admita a trámite el recurso de inconstitucionalidad a la Ley Trans en la que el PP pide que se revise si se puede eliminar, entre otras cosas, la prohibición de realizar las mal llamadas terapias de reconversión de homosexuales.

Son las primeras manifestaciones del Orgullo que coinciden con unas elecciones generales y con las negociaciones entre PP y Vox para configurar gobiernos en distintos territorios tras las elecciones locales y autonómicas del pasado 28M. Por ello, ante la encrucijada del PP,  Santiago Abascal no dejan escapar la ocasión de intentar imponer su agenda ideológica, con parada especial en la violencia de género y en los derechos LGTBi, que pondrán sobre la mesa en caso de que Feijóo los necesite para el gobierno de la Nación.

El PP ha colgado este miércoles la bandera LGTBI de su perfil de Twitter, donde sostienen que desde el partido trabajan "en una sociedad en la que todos podamos estar con quien queramos, sin prejuicios ni discriminación". De esta manera, los de Alberto Núñez Feijóo pasan por alto los pactos que han alcanzado en media España con Vox, partido que está abiertamente en contra de lo que ellos califican "lobby LGTBI". De hecho, no han tenido reparo en tratar de prohibir cuestiones que tienen que ver, precisamente, con el colectivo, empezando justamente por la tela arcoíris.

La formación conservadora también ha emitido un manifiesto con motivo de la fecha, la cual ha subrayado como una de las efemérides “que más ligadas están al concepto de igualdad y respeto a la diversidad”. “La sociedad española lleva años uniendo sus voces a favor del derecho de cada uno a ser y sentir lo que quiera; sin etiquetas, con orgullo, desde el compromiso y reivindicando la unidad de todos y todas”, apunta el texto.

“En el Día del Orgullo LGTBI se conmemora la valentía de aquellos hombres y mujeres que se alzaron en contra de los abusos generalizados en Stonewall y en tantos otros lugares”, recuerda explicando por qué el Día del Orgullo se tiene lugar el 28 de junio. “Hoy reivindicamos que somos un país ejemplar en lo que a igualdad se refiere, una sociedad respetuosa y diversa, sin limitaciones ni exclusiones (…) Pero, a pesar de todo lo conseguido, aún se viven ‘Stonewall’ en muchos países del mundo, donde la homosexualidad sigue penalizada; donde las personas que conforman el colectivo LGTBI continúan siendo perseguidas y amenazadas”, apuntala.

A ellas, asegura el PP, muestran “toda su solidaridad” mientras reitera “su compromiso con todo el colectivo LGTBI”. “Lo hacemos como partido que nunca dejará de defender la libertad y la dignidad del ser humano, el derecho de todos a vivir como deseemos”, acentúan los populares, que asumen que mantendrán “políticas que hagan frente a la lftbifobia”.

Los hechos chocan con las palabras

Sin embargo, las palabras no se corresponden con la realidad. Y es que después del 28 de mayo, el PP ha alcanzado acuerdos con la extrema derecha en más de 140 ayuntamientos y en varias comunidades: la Comunidad ValencianaAragón y Baleares. Estos se suman al pacto anteriormente llevado a cabo en Castilla y León y a un posible acuerdo en Extremadura al que la candidata de los ‘populares’, María Guardiola, abre ahora la puerta.

Las medidas contra el colectivo ya se han puesto en marcha, siendo el más destacable el cada año polémico asunto que tiene que ver con la prohibición de colgar la bandera. Así ha sucedido por ejemplo en Náquera (Valencia), municipio donde ambas formaciones han acordado una serie de medidas entre las que se incluye la retirada de ésta de los edificios institucionales.

La imagen se repite, por ejemplo, en Toledo; donde el pasado 25 de junio se celebró la marcha del Orgullo sin una bandera del colectivo ondeando en el Ayuntamiento; o en las Cortes de Castilla y León, comunidad en la que el presidente Carlos Pollán (Vox), ha pedido al PSOE que retire del exterior de las dependencias de su grupo parlamentario la insignia, llegando a comunicarle que si se niega a hacerlo dará orden a los servicios de seguridad de la Cámara para que la quiten.

Esto sin mencionar la postura clara de algunos miembros del partido de Santiago Abascal, como Gabriel Le Senne, presidente del Parlament Balear, quien no ha tenido reparo en dar rienda suelta a su homofobia o xenofobia durante todo este tiempo.