Las pancartas arcoíris desaparecen este año de las fachadas de los ayuntamientos de Valladolid y Burgos. Los nuevos equipos de gobierno de sendas coaliciones PP-Vox se suman a las Cortes de Castilla y León, en manos de Vox, para desterrar el símbolo del Día del Orgullo LGTBI de los edificios oficiales, si bien, Valladolid iluminará el edificio por las noches.

El Ayuntamiento de Burgos ha anunciado la presencia de la alcaldesa, Cristina Ayala, del PP, en la manifestación del Orgullo, mañana, día 28, como “muestra patente del respaldo de la regidora al colectivo”, según señala en una nota de prensa, pero justifica la ausencia del símbolo en dependencias municipales en “el respeto a la legislación vigente y la jurisprudencia del Tribunal Supremo”, citando la sentencia 1163/2020 que, en realidad, únicamente impide la utilización de “banderas no oficiales”, pero no objeta sobre la colocación de pancartas.

La sentencia señala, literalmente, que “no resulta compatible con el marco constitucional y legal vigente, y en particular, con el deber de objetividad y neutralidad de las Administraciones Públicas la utilización, incluso ocasional, de banderas no oficiales en el exterior de los edificios y espacios públicos”, lo que no ha sido óbice para que la pancarta LGTBI, (que no bandera), haya lucido en ambos ayuntamientos en los últimos años.

En el Ayuntamiento de Valladolid, desde que el PSOE entrara en el Gobierno Municipal en 2015, la pancarta arcoíris que rezaba “Valladolid con las ciudades por la diversidad” ha estado presente en el balcón de la Plaza Mayor, tal y como lo estuvieron otras muchas pancartas durante los días contra la Violencia sobre la Mujer, el 8 de marzo, o incluso, recientemente, durante la celebración de la “Plaza Mayor del Vino”.

Desde el PSOE de Burgos, se recuerda, asimismo, que en los últimos cuatro años, durante el mandato de Daniel De la Rosa, la pancarta del Día del Orgullo ha estado presente en el Ayuntamiento, e incluso, durante el mandato del anterior regidor, Javier Lacalle, del PP, se exhibieron en las fachadas del Ayuntamiento banderas de otros colectivos, como el gitano, o los Boy Scouts, en sus días conmemorativos.

Batalla en las Cortes

La “batalla por los símbolos”, por otro lado, continúa en las Cortes de Castilla y León por segundo año consecutivo, desde que tomó posesión el Gobierno Autonómico de coalición PP-Vox y desde que, simultáneamente, el Parlamento estuviera en manos de los ultraderechistas, cuyo presidente, Carlos Pollán, de Vox, responde negativamente de nuevo a la petición de colectivos LGTBI para la iluminación de la fachada acudiendo a los motivos de “eficiencia energética”, según afirman los propios colectivos, que, no obstante, no le impidieron iluminar el edificio en numerosas otras ocasiones.

Tal y como sucedió el año pasado en el Día del Orgullo o el Día contra la violencia sobre las mujeres, el Grupo del PSOE en las Cortes se ha manifestado esta mañana, de nuevo, como la “resistencia de la reivindicación”, colgando desde sus dependencias la bandera multicolor del colectivo LGTBI que el año pasado la Presidencia del Parlamento le reclamó retirar.

La Ley Trans

Desde los colectivos LGTBI+ de Castilla y León se recuerda que la situación actual no es equiparable a la del año anterior, puesto que actualmente está en vigor la denominada comúnmente “Ley Trans”.

Efectivamente, la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, en su articulado, recuerdan, obliga a las administraciones públicas, en el marco de sus competencias, a “promover políticas activas de equiparación de derechos, de apoyo, de sensibilización y de visibilización de la orientación sexual, identidad sexual, expresión de género, características sexuales y diversidad familiar de las personas LGTBI”.

“Pueden poner las excusas que quieran”, señalan, “pero la ley actualmente en vigor les obliga a visibilizar los derechos del colectivo”.