La vocación política tendría que ser una vocación de servicio público donde trabajemos por un bien común y por el interés general.
Pero más importante aún, la vocación política es, o tendría que ser, el compromiso y la obligación de los que nos dedicamos a la política (aunque sea de manera transitoria) para solucionar los problemas de las personas y facilitarles herramientas para que su vida sea mejor e incluso feliz.
A priori, esto es lo que tendríamos que estar haciendo, pero para algunas personas esto no es así.
Algunos partidos políticos han decidido que la bronca y el odio van a ser las sendas que les guíen en su paso por la política, llegando al esperpento de enfrentar a los mayores con los jóvenes, a los hombres con las mujeres, o a los migrantes con las personas que ya viven en un país.
Personas irresponsables dirigiendo partidos políticos, personas irresponsables que quieren gobernar España, personas irresponsables que por su irresponsabilidad no lo van a conseguir.
Porque algunos quieren ver a nuestro país como un país gris, en crisis y en caída libre, y se empeñan, día sí y día también, en repetir este mantra hasta casi autoconvencerse. Pero la realidad es tozuda, y los datos nacionales e internacionales marcan que nuestro país sigue avanzando, que las personas tienen más contratos indefinidos y que nuestras empresas e industrias innovan y se reinventan.
Y en la misma línea, poniendo el foco en el enfrentamiento y las falsas noticias, algunos grupos parlamentarios están intentando boicotear los trabajos para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2023. Los presupuestos con la inversión social más grande de la historia en un momento complejo, porque las personas lo necesitan y porque las familias sufren las consecuencias de la guerra de Putin.
Incremento de la inversión en temas claves como el Salario Mínimo Interprofesional, las pensiones, las becas, el Ingreso Mínimo Vital, el transporte público, y un largo etcétera. Todas y cada una de las medidas enfocadas al bienestar de las personas. Y, aun así, algunos intentan generar dudas, incertidumbre, miedo. Aquellos que les gusta generar miedo, viven de ello, se nutren de la desesperanza y todo ello es altamente irresponsable a la vez que mezquino.
Estamos aquellos grupos parlamentarios que hemos decidido trabajar mirando al futuro dando esperanza a las familias, luchando para que las personas tengan una vida digna. Aquellas personas que cuando salgamos de la política nos sentiremos orgullosas de aquellas leyes que hemos trabajado, de aquellos avances sociales por los que hemos votado a favor, de aquellos nuevos derechos en los que hemos contribuido. Pero dudo mucho que otros se puedan sentir así.
Por lo tanto, una muestra de política útil, de política al servicio de las personas son estos presupuestos. Aquellos que prioricen a las personas y su bienestar, les darán apoyo, aquellos que busquen excusas para votar en contra, se las inventarán. Y no lo harán en contra del Gobierno, lo harán en contra de las personas, porque todos aquellos que luchamos por ellas lo tenemos claro, votaremos por ellas y por el progreso social.
Sandra Guaita es diputada del PSOE en el Congreso.