Desde que Pablo Iglesias e Íñigo Errejón firmarán el cese de las hostilidades tras la batalla de Vistalegre II y pactaran que el exportavoz parlamentario fuera el candidato a la Comunidad de Madrid a cambio de no disputarle el liderazgo al secretario general la agenda interna de los morados ha estado sumida en tensiones y distensiones. Errejón ponía como condición un elevado grado de autonomía para controlar tanto la marca electoral como los recursos económicos, las listas, los candidatos… Pero esta autonomía se ve comprometida cada día que pasa y Podemos se acerca a las elecciones de 2019 (máxime tras el escándalo de los Papeles de Bescansa). De hecho, cuando Errejón se vuelva a poner el mono de trabajo en septiembre -ya para no quitárselo hasta la cita electoral-, se encontrará con trabajo avanzado que no ha sido ni supervisado ni aprobado por él, pero que deberá asumirlo como propio.

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La dirección de Podemos en la Comunidad de Madrid, con Ramón Espinar al frente, ya está avanzando en negociaciones con sus socios y candidaturas a nivel municipal. Íñigo Errejón quería absoluto control sobre la marca. De hecho, según pudo saber ElPlural.com, el candidato valoró presentarse con una marca alternativa (pero siempre dentro de Podemos) para sortear el desgaste provocado por la situación en Cataluña. Sin embargo, no podrá controlar el nombre. Podemos, Izquierda Unida y Equo emitieron un comunicado anunciando que alcanzaron un acuerdo con la fórmula en la que se inscribirían en las papeletas tanto para las elecciones europeas, como para las autonómicas y municipales.

Tras duras negociaciones en las que IU solicitaba mayor presencia, se pactó nombre base que cimentará todas las coaliciones, si bien está sujeto a modificaciones. Para las europeas, la fórmula será “Unidas Podemos cambiar Europa”; y para los comicios autonómicos y municipales “Unidas Podemos-Izquierda Unida-Equo”, variando en función de si en algún territorio no tiene presencia alguna de las tres fuerzas y respetando aquellas ciudades con marcas consolidadas, como Ahora Madrid.

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Los movimientos de Espinar

Según ha podido confirmar ElPlural.com, desde la Secretaría de Organización Autonómica ya se están dando pasos y “aunque no se haya concretado el reglamento definitivo que se aplicará a la Comunidad, lo cierto es que terminarán quitando esa autonomía”, señalan fuentes del entorno de Errejón a este periódico. En otras palabras, la cúpula de Podemos Comunidad de Madrid está avanzando en las negociaciones y el margen de maniobra de Errejón se vería reducido por el poder orgánico.

Tampoco tendrá control íntegro sobre la confección de candidaturas. Cabe recordar que Errejón logró equilibrar la balanza a nivel orgánico: de las 12 candidaturas a las primarias municipales que apoyó ganaron ocho. Además, su archienemigo Espinar cayó al cuarto puesto de la lista para las elecciones de 2019 mientras que los tres primeros puestos están reservados para errejonistas: el propio candidato, Clara Serra como número dos y Tania Sánchez completando el podio.

En septiembre Errejón volverá y se reiniciarán, otra vez, las negociaciones para controlar el mayor número de aristas posibles. De momento, lo único que tienen atado y bien atado es el discurso. A partir de ahí, se hablará de candidaturas y programa, pero con los movimientos de la dirección regional, Errejón se encontrará con muchos avances ya pactados.