El autor intelectual de la pinza, quien impulsó la ruptura de la izquierda española, integrada básicamente por el PSOE y, a mucha distancia, por IU, fue el periodista Pedro J. Ramírez, como él mismo ha reconocido sin tapujo alguno. En su libro Amarga victoria, publicado el año 2000, puede leerse, por ejemplo, lo siguiente, tan breve como significativo: “Yo entendía a Julio y Julio me entendía a mí.”

“Sinfín de batallas juntos”
Ramírez escribe con entusiasmo que El Mundo desde que apareció fue protegido claramente por IU. “Habíamos dado (…) un sinfín de batallas juntos”, señala el periodista, amigo personal y de pádel de Aznar. “El Mundo no era ni de izquierdas ni de derechas”, subraya en el libro citado. Pero Ramírez ocultaba entonces y ahora lo sigue haciendo, aunque se le ha visto antes y en la actualidad, el plumero. Su periódico ayuda, por lo general, a la derecha y, en cambio, torpedea sistemáticamente al PSOE. Con quien se entendió  Ramírez fue con Anguita, no lo olvidemos.

Miel sobre hojuelas
Este párrafo es singularmente ilustrativo en relación a la pinza: “Si la actitud del periódico servía de puente de encuentro entre los representantes de dos formaciones antagónicas por naturaleza como el PP e IU, pues miel sobre hojuelas”. Todo esto sucedió hace más de 15 años. Pero el hecho de que el PP haya podido gobernar, tras el 22-M, en 50 ayuntamientos y probablemente en Extremadura evidencia que, a pesar de los buenos deseos de Caya Lara, la teoría de la pinza continúa funcionado con eficacia. ¿IU trabaja para el PP?  De momento, y según ha dicho Mariano Rajoy, serán tratados exquisitamente los de IU en el Gobierno extremeño. Naturalmente, Pedro J.  aplaude con fervor. La pinza hace milagros. Los más de izquierdas apoyan a la derecha. ¡Qué vergüenza!