Alberto González Amador, compañero sentimental de Isabel Díaz Ayuso, solicitó al Ayuntamiento de Madrid el 21 de marzo pasado la regularización de las obras realizadas en uno de los dos pisos que comparte con la presidenta de la Comunidad de Madrid, tal y como ha informado eldiario.es.

Esta solicitud para regularizar la situación de la vivienda, al mismo tiempo que reconoce la ilegalidad de las obras, se llevó a cabo un día después de que Más Madrid denunciara una "infracción urbanística" cometida por la pareja de Díaz Ayuso en la remodelación de la casa.

La denuncia implicaba la posible visita de un inspector a la vivienda y la posibilidad de iniciar un procedimiento sancionador. Sin embargo, González Amador podría regularizar las obras ilegales antes de que se llevara a cabo la inspección, evitando así una posible sanción.

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Además, en las últimas horas también ha trascendido que la querella presentada por Alberto González Amador contra la fiscal que lleva el caso del presunto fraude pasó por el escritorio de Miguel Ángel Rodríguez, mano derecha y asesor de Ayuso.

Es más, pocas horas después de presentarla, González Amador se reunió con el número dos de Ayuso, Alfonso Serrano, en un bar de Madrid. Un encuentro que Serrano justificó diciendo: "Es noticia que me tome una Coca-Cola en un bar lleno de gente". En relación a estos hechos, la presidenta intenta desvincularse: "La defensa de un particular no es mi responsabilidad".

El SOS del restaurante que tuvo que cerrar porque las obras del piso de Ayuso lo inundaron de aguas fecales

En agosto de 2022, Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, se enfrentó a una serie de investigaciones de la Fiscalía por presunto fraude fiscal y otras irregularidades. Intentó realizar una importante reforma en su lujosa vivienda en Madrid, la cual fue denegada por el Ayuntamiento debido a documentos inexactos y la magnitud de las modificaciones. A pesar de la prohibición municipal, las obras ilegales continuaron, lo que resultó en la inundación de aguas fecales en un restaurante ubicado en la planta baja del edificio. Esta inundación causó daños graves, llevando al cierre permanente del restaurante y su declaración en concurso de acreedores.

 

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A pesar de las advertencias del Ayuntamiento, González Amador prosiguió con las obras, desoyendo las órdenes de paralización. La presidenta Ayuso minimizó la situación en el Pleno de la Asamblea de Madrid, ironizando sobre las acusaciones y enfatizando la necesidad de ser fiscalizada por su gestión pública, no por su vida personal. Sin embargo, la realidad muestra cómo las acciones irresponsables de su pareja llevaron al cierre de un negocio y a consecuencias graves para los vecinos del edificio.

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