Este domingo prácticamente todos los medios abrían con lo mismo: los insultos y reproches a Ciudadanos por parte de miles de manifestantes del Orgullo 2019 de Madrid. Lo que debería haber sido una convocatoria para reclamar en pos de la igualdad, la tolerancia y la diversidad, acabó derivando en un choque entre ambas facciones. La formación naranja no tardó mucho en denunciar estos hechos, llegando a calificar de "fascistas" a los críticos -no deja de ser curioso que hayan empleado antes esta palabra para definir a los manifestantes, que a Vox, aunque eso es otro tema-. 

Sin embargo, hubo otro escrache, totalmente inesperado, y desde luego no tan mediático, que se produjo a lo largo de toda la tarde del sábado, y que tuvo a Podemos como actor principal. La formación morada, a diferencia de Partido Popular, Ciudadanos y por supuesto Vox, siempre ha defendido al colectivo LGTBI, y por ello no se esperaban que la manifestación de este año se les volvería en contra. No obstante, los acontecimientos de los últimos meses han debilitado la imagen de los de Pablo Iglesias, al mismo tiempo que las voces de los críticos se han potenciado. 

Madrid no olvida a Carmena

Dentro de estos hechos a los que hacíamos referencia, las elecciones municipales del pasado 26 de mayo han sido un punto de inflexión en la formación morada. Muchos madrileños siguen culpando a Podemos de que Manuela Carmena no pudiera ser reelegida como alcaldesa de la capital. El hecho de que Iglesias decidiera que los suyos irían bajo la candidatura de Madrid en Pie, y no conjuntamente a Más Madrid, fue uno de los motivos (aunque no el único) por los que hoy en día el popular José Luis Martínez-Almeida ocupa el cargo de primer edil en el corazón de España.

Debido a todo esto, los manifestantes decidieron centrar todas las quejas en la carroza de Podemos. La delegación morada iba en segundo lugar, detrás de la del PSOE y antes de la de Más Madrid. Pues bien, al paso de los socialistas todo fueron elogios y aplausos, igual que con la representación de la candidatura que lidera Iñigo Errejón (quien fue recibido como un héroe), sin embargo este júbilo permutó en bastantes reproches cuando fue el turno de Podemos. "¡Que vuelva Carmena!", se convirtió rápidamente en un grito común para todos los asistentes, que no dudaron en recordar a la exalcaldesa de Madrid, quien goza de gran simpatía entre las distintas asociaciones que componen el colectivo LGTBI. 

Al finalizar la manifestación, el sentimiento de tristeza inundaba a todos los representantes de Podemos. Sentían que se les había ninguneado y que lo que debería de haber sido una festividad para decir a la extrema derecha y a sus aliados que ni un paso atrás, se había convertido en un debate político, que no beneficiaba a ninguna de las partes implicadas.

Dos escraches muy diferentes

Hay que matizar que este escrache guarda bastantes diferencias con el de Ciudadanos. En primer lugar, el motivo del mismo es meramente político, puesto que tal y como señalábamos anteriormente, el compromiso de la formación morada con el movimiento está fuera de duda por parte de toda la comunidad. Y en segundo y último lugar, estas críticas fueron solamente reproches, y en ningún momento se llegó al insulto, cosa que sí ocurrió con los naranjas.