Como era fácil de pronosticar, la manifestación del Orgullo de este año en Madrid pasará a la historia como una de las más multitudinarias. Y como también era bastante fácil prever, Ciudadanos ha sido un actor fundamental en toda la festividad, aunque no de la manera que ellos querrían.

La formación naranja decidió asistir al evento, pese a que los organizadores no les habían invitado, debido a sus pactos con la extrema derecha. Este hecho supuso que numerosas asociaciones amenazaran con boicotear la presencia de los de Rivera. 

Los ataques a Ciudadanos fueron constantes durante su marcha. Los asistentes les lanzaron objetos y agua. Varios de los presentes portaban, como es habitual en el Orgullo,  pistolas de agua y dispararon a los de Albert Rivera, empapándoles.

Ante este hecho, el miembros de Ciudadanos y activista LGTB, David Sánchez, quizás influido por el difícil momento que vivieron en la marcha, manifestó que podrían haber sido asesinados: "Las miradas de las personas que nos disparaban agua estaban llenas de un odio que si esas pistolas tuvieran balas, nos habrían fusilado".