Como era fácil de pronosticar, la manifestación del Orgullo de este año en Madrid pasará a la historia como una de las más multitudinarias. Y como también era bastante fácil de prever, Ciudadanos ha sido un actor fundamental en toda la festividad, aunque no como ellos querrían. La formación naranja decidió asistir al evento, pese a que los organizadores no les habían invitado, debido a sus pactos con la extrema derecha. Este hecho supuso que numerosas asociaciones amenazaran con boicotear la presencia de los de Rivera. 

Una advertencia que se ha cumplido, ¡y de qué manera! Durante toda la jornada del sábado, la tensión ha sido más que palpable en los alrededores del lugar donde Ciudadanos ha decidido congregarse. Miles de manifestantes han decidido desplazarse hasta ese punto para recriminar a la formación naranja su hipocresía por asistir al Orgullo, y luego llegar a acuerdos con Vox, un partido homófobo

Por ello, las escenas de reproches entre ambas facciones se han repetido sin cesar, con mayor o menor vehemencia. Gritos de "fascisctas", "fuera" o estribillos como "pactan con Vox, pactan con Vox, la broma ciudadana, míralos" se han producido durante prácticamente toda la tarde. 

Por su parte, Ciudadanos, con Inés Arrimadas a la cabeza, decidía contraatacar gritando que "el Orgullo es de todos", en medio de una tremenda pitada.