¿Ir a la huelga por “trabajar dos horas más” cuando los profesores vuelven de “dos meses de vacaciones ininterrumpidas? “Nadie lo entenderá”. Los entrecomillados son de Lucía Figar, consejera de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid, que lleva varios días paseándose por lugares como El Gato al Agua, donde difunden al dictado la imagen de vagos de los profesores.

Ante todo, profesor
La realidad que pintan los docentes es bien diferente. Fernando J. López es escritor, autor del libro sobre educación La Edad de la Ira y responsable del blog “Eso de la ESO”. Pero ante todo es profesor y desmiente a ELPLURAL.COM las razones esgrimidas por la Comunidad para ir a la huelga: “No peleamos por la subida salarial -que recibirán sólo algunos profesores por trabajar más-ni por trabajar dos horas más”.

Apuesta por la privada y la religiosa
Las razones de la protesta, coyunturalmente, están en “los 3.000 profesores interinos que este año se irán al paro más los 2.000 que ya se fueron el curso pasado”, pero también en “el desmantelamiento progresivo de la educación pública mientras que se apuesta clarísimamente por la educación privada y concertada religiosa”, explica López. La Comunidad de Madrid presume de ahorrar 80 millones de euros a base de no contratar a esos profesores sin plaza fija, pero olvida explicar en El Gato al Agua que gracias a Aguirre, hasta las familias pudientes pueden desgravarse si llevan a sus hijos a los colegios concertados. En total, 90 millones anuales que se dejan de ingresar durante "la situación crítica por la que atraviesa nuestro país", coletilla usada por la lideresa para justificar los recortes en la carta enviada a los profesores.

Jornada laboral
Los profesores tampoco trabajan “menos que el resto de los madrileños”, como ha llegado a afirmar Aguirre. “El horario real son 37,5 horas y lo superamos de largo” explica Fernando J. López, “las 20 horas son de clases con alumnos y esas ya las hacíamos antes, y hasta más de 21, debido a los recortes de interinos del año pasado”.  “Mi jornada es más amplia que en la privada, en la que estuve trabajando diez años”, añade el autor de La Edad de la Ira.

Alumnos por clase
Tampoco es cierto que, como afirma Figar, la ratio de alumnos por profesor en la Comunidad de Madrid esté en 9,7. “En mi instituto se van 10 profesores y, en cambio, se matriculan más alumnos que el año pasado, cuando yo tenía clases de hasta 37 alumnos. Calculo que este curso habrá de 30 en adelante por cada clase”, explica López.

Ni excelentes, ni bilingües
Pero, aunque se recortan 80 millones de euros en la educación pública, el discurso no cambia. Figar y Aguirre siguen presumiendo de nuevos centros abiertos (con cada vez menos profesores) y de institutos de excelencia (en realidad, un solo centro para toda la región) y bilingües. “Se buscan proyectos que sean muy vendibles para alguien que no conozca cómo funciona un instituto. Se hacen sin medios suficientes y con mucha improvisación” explica López, quien asegura que “mi centro es bilingüe pero con los recortes no va a haber desdobles para conversación en inglés”.