Vox afronta esta semana (21 y 22 de octubre) el debate en el Congreso de su moción de censura en una de las citas más importantes de su historia. Con ella, busca hacer efectivo su rotundo rechazo al Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos así como tratar de desbancar al PP como líder de la oposición.

El presidente del partido, Santiago Abascal, anunció el pasado julio que la ultraderecha presentaría una moción de censura contra Pedro Sánchez sabiendo que nunca fructificaría. Meses después y tras no haber encontrado un punto de encuentro con sus socios ni un candidato alternativo, finalmente será el propio Abascal el abanderado y sus 52 diputados, su único apoyo. Ciudadanos ya ha confirmado su voto en contra mientras que el PP mantiene en el aire si votará 'no' u optará por la abstención.

¿Qué hará Pablo Casado?

La posición de los 'populares' es todavía una incógnita. Pablo Casado mantiene en vilo a sus diputados, aunque en su bancada muchos creen que se inclinará por el "no". Tal y como ha publicado El Mundo, la cúpula del PP se mantiene a favor de votar de forma negativa a la propuesta de Vox: "Yo creo que debemos votar no. Nos inclinamos por el no, claramente. Hasta donde yo sé, está todo el mundo en el no", ha señalado un vicesecretario del PP. 

Otro dirigente de Génova apuesta por no hacerle el juego a Vox porque "no hay debate". "Toda la cúpula está más en el no que en la abstención", añade. Además, considera que "sólo sirve para reforzar a Pedro Sánchez" ya que "los números no dan".

A pesar de que las dudas solo se disiparán a última hora, Teodoro García Egea ya explicó en una entrevista el pasado lunes su postura: "No participaremos de este circo. Sánchez necesita la moción y se lo lleva pidiendo mucho tiempo a Abascal, porque necesita reforzar su mayoría". Además, el secretario general de la formación conservadora cargó contra los de Abascal, a los que acusa de "estar engañando al pueblo español".

Aguirre, a favor de la moción y Aznar, en contra 

Tres voces autorizadas dentro del universo PP se han posicionado sobre qué camino debe tomar la formación derechista. Tanto José María Aznar como Esperanza Aguirre y Cayetana Álvarez de Toledo han hablado sin tapujos. El expresidente del Gobierno declaró que él votaría a favor del "no", afirmando que no tiene la "menor duda al respecto". Por el contrario, Aguirre apuesta por el "sí" ya que "no hay gobierno más censurable en todo el mundo" y finalmente Álvarez de Toledo aboga por la abstención porque es "la alternativa más razonable".

La estrategia de Vox

La postura de Génova ha sido hábilmente utilizada por la ultraderecha en su intención de ocupar el puesto como principal fuerza de oposición al Gobierno: "Los que quieran unirse a nuestra moción de censura, será bienvenidos. Pero los que no quieran contribuir a ejercer la oposición, que al menos no molesten", han llegado a expresar desde Vox. 

Su maquiavélica estrategia consigue generar dudas en el PP, ya que el electorado más conservador podría interpretar el 'no' como una rendición ante Sánchez y lo que ellos llaman el "socialcomunismo": "Es un tema complicado y las dos posiciones tienen ventajas e inconvenientes", destacan en Génova.

Este juego de Vox con el PP no hace otra cosa más que reafirmar que la moción de censura no es contra Sánchez sino que es un intento de golpe de Estado por ver quién ocupa el lugar hegemónico en el espectro de la derecha. Mediáticamente, la estrategia le sirve a la ultraderecha también para hacer creer al votante conservador que son ellos los únicos que intentan echar a Pedro Sánchez de Moncloa. Haga lo que haga, Casado tiene un grave problema a su derecha.