"Es un tema que a mí no me importa nada y en el que no voy a gastar ni un solo minuto". Así se refería Pablo Casado a la moción de censura de Vox en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección del Partido Popular. Unas palabras que no aclaran nada, aunque los miembros de este órgano concluyeron la reunión con la idea de un voto negativo a la maniobra de Santiago Abascal, según adelanta La Razón.

Los componentes del Comité de Dirección popular han confirmado al citado medio que el voto de la formación conservadora será ‘no’. De hecho, la moción de censura ni siquiera formó parte del orden del día de la reunión, que sirvió de preámbulo para que Casado presentase su iniciativa sobre la reforma de la elección del Poder Judicial.

Ya decidimos que votaríamos ‘no’. Es un tema zanjado. Por eso ni lo hemos tratado”, aseguran fuentes de la dirección del partido según La Razón.

No obstante, a pesar de estas declaraciones entre bambalinas de los directivos conservadores, el debate permanece vigente. El PP prefiere moverse en pequeños círculos para anticipar el sentido de su voto, pero el silencio ante las cámaras da pábulo a las especulaciones a escasas 24 horas de que se suba el telón.

Lo cierto es que la corriente mayoritaria en Génova está enrocada en un ‘no’ compartido con José María Aznar, quien ya aventuró su rechazo a la inocua moción de censura. Los barones del Partido Popular también se decantan por la negativa a Vox y apuntan a que una abstención supondría un “regalo” para el partido ultraderechista.

Si Casado no interviene, le robarán la merienda. No debemos perder de vista que es una moción al líder de la oposición”

De hecho, en Génova entienden esta moción como un arma para dirimir quién es la principal fuerza de oposición al Gobierno y no una censura al jefe del Ejecutivo. Consideran, en privado, que “Pedro Sánchez puede fumarse un puro” mientras contempla la batalla, pero “nada es flor de un día” y mantienen en cuarentena un cuerpo a cuerpo con Abascal por el escenario que podría dibujar.

En este sentido, las conversaciones en Génova sobre quién debe ser el portavoz para la moción de censura se producen sin cesar. Fuentes de la dirección exponen su sorpresa ante la idea de que Pablo Casado delegase la portavocía por los efectos negativos que pudiera acarrear, a pesar del intento de ninguneo que mostró el líder del PP en rueda de prensa tras la reunión del Comité.

Si Casado no interviene, le robarán la merienda. No debemos perder de vista que es una moción al líder de la oposición”, destacan. El líder del Partido Popular podría adscribirse a la prerrogativa, al alcance también del presidente del Gobierno, para no intervenir en el pleno, aunque Sánchez no la utilizará.

“Una youtuber”

En la lista de dudas que maneja el Partido Popular hay subrayado un nombre, el de Cayetana Álvarez de Toledo. Pese a que no se temen fugas de voto, el perfil de disidencia al que se ha adherido la diputada desde que Casado le arrancara la portavocía de las manos evoca cierta pátina de incertidumbre.

La ex portavoz parlamentaria no ha dejado de hacer campaña públicamente por la abstención. Considera que una oposición a la moción de Vox supondría la renuncia del PP como “alternativa a Pedro Sánchez”. Una diputada rasa que amenaza subrepticiamente la estrategia del partido y, por supuesto, a su líder.

No obstante, fuentes del Comité de Dirección prefieren restarle importancia a este plausible escenario y califican a Álvarez de Toledo como una mera “youtuber”. La exportavoz alimenta un sentimiento de rechazo próximo a la generalidad en las filas del partido. De hecho, llegan a catalogarla como “desleal” al exponer públicamente su postura crítica, pero intentan acallar el miedo instaurado en su fuero interno: “Es sólo una youtuber”.