La Fiscalía Anticorrupción está investigando el gasto de varias tarjetas de crédito utilizadas por el rey Juan Carlos I, la reina Sofía y varios familiares; según desveló eldiario.es. Se tratan de tarjetas vinculadas a cuentas de las que ninguno de ellos son titulares y cuyo origen de los fondos es incierto. En este sentido, la investigación emana algo de luz y, según el citado medio, ya hay dos personajes identificadas: un millonario mexicano y un coronel como testaferro.

Las tarjetas

Niel rey Felipe VI, ni Letizia, ni la princesa Leonor, ni la infanta Sofía han sido beneficiados por los activos de las tarjetas de crédito, pero sí otros familiares directos del Emérito, según el citado periódico. Los movimientos datan de los años 2016, 2017 y 2018; y entre las compras, figuran viajes a Londres, donde Sofía mantiene su residencia habitual.

Anticorrupción ha enviado comisiones rogatorias a varios países para profundizar en el origen de los fondos y no solo en el gasto, pues el dinero procede del extranjero.

Pese a que se mantienen a la espera, la Fiscalía ya ha detectado indicios de posibles delitos fiscales al tratarse de incrementos de renta de la reina Sofía superiores a 120.000 euros.

El amigo millonario y el colaborador leal

Allen de Jesús Sanginés-Krause, millonario mexicano, figura en la génesis del dinero que sufragó las tarjetas opacas al fisco, según las conclusiones de Anticorrupción. Sanginés-Krause tiene también la nacionalidad británica y nació en 1959. La mayor parte de su vida ha trabajado en Goldman Sachs, donde fue el máximo responsable de este banco de inversión tanto en México como en Rusia.

Fue presidente de Milicom y es el principal accionista de varios fondos inmobiliarios. También es dueño del castillo de Killua, sito en Irlanda. 

Por su parte, el teniente coronel del Ejército del Aire Nicolás Murga Mendoza sería el testaferro del dinero del millonario mexicano. Tiempo ha que el coronel es una de las personas leales del rey Juan Carlos I, uno de sus colaboradores más fieles.