Economistas como Krugman o Stiglitz han aumentado el tono en sus advertencias reclamando otras políticas para la supervivencia del euro, pero se trata de una preocupación creciente en expertos de todo signo, y otros países de la UE debaten abiertamente sobre una Europa sin moneda única. En España todavía parecía un tema tabú y Mariano Rajoy lleva días inistiendo en la "irreversibilidad" del proyecto, pero el presidente de la patronal bancaria (AEB), Miguel Martín, ha asegurado hoy que la ruptura de la zona euro no solo es posible sino que es "incluso probable".

Mecanismos para mutualizar la deuda
Martín ha criticado las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), porque "es una solución falsa", que da dinero a los bancos para invertirlo en deuda soberana y ser cada vez más vulnerables -el bucle de la economía vudú de la que alertara Stiglitz por el cual se retroalimentan dos riesgos, el soberano y el bancario-. Para evitar la ruptura del euro, Martín ha apostado por crear un fondo de rescate que pueda tomar participaciones directas en los bancos y emitir "algún tipo de deuda soberana común", así como iniciar la senda hacia una unión bancaria.

Rajoy reclama "alguna decisión"
Aunque Rajoy se mostró muy satisfecho tras la minicumbre con Alemania, Francia e Italia de hace unos días -en la que se impulsó un plan de inversiones para la UE equivalente al 1% de su PIB- y habló de "apuesta por la irreversabilidad" en el proyecto del euro, es en la cumbre que se ha iniciado hoy en la que se dirime el futuro de la moneda única. El presidente del Gobierno español ha llegado mostrando su deseo de que se produza "alguna decisión" para rebajar el coste de financiación de España en los mercados. También ha asegurado que la opción de una recapitalización directa de la banca española es "una de las posibilidades que están abiertas", pero ha subrayado que ese tema no se resolverá hoy. El papel 'duro' lo ha asumido la secretaria general del PP, Mª Dolores de Cospedal, quien ha presentado a Merkel como "una calvinista" que olvida que "además de los ahorros imprescindibles, hay que dar aliento".

Francia e Italia asumen un papel más combativo frente a Holanda o Suecia
Frente al inconcreto deseo de Rajoy de "alguna medida", Francia e Italia sí están demandando acciones concretas como eurobonos o intervención decidida del BCE. Hollande y Monti piden acciones rápidez, mientras que Alemania conciciona nuevos pasos a la cesión de soberanía en materia fiscal. Con todo, al inicio de la cumbre hay países que se están mostrando más intransigentes con el sur que Merkel, como los primeros ministros de Suecia y Holanda, que han insistido en que España e Italia deben proseguir fundamentalmente con la vía de la austeridad. El holandés Mark Rutte indicó que medidas como las inyecciones de capital son solamente "una palmadita en la espalda" que no puede ralentizar el proceso de aprobación de reformas.

Merkel insiste en la "señal" del plan de inversiones
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, obvió en sus declaraciones a su llegada a Bruselas toda mención sobre la situación de la deuda española y se centró en subrayar la necesidad de que los líderes cierren el pacto por el crecimiento para enviar a los ciudadanos "una importante señal". Pone así el foco en el plan incluido en el borrador de la cumbre para impulsar la economía y el empleo con una 120.000 millones de euros como complemento al pacto fiscal, una proclama que deja pocas expectativas para arrancar otras medidas.