La turistificación y la explotación de la ciudad de Madrid es una realidad problemática que siguen apuntalando los grandes propietarios. Es el caso de Fernando Ramírez de Haro, marido de la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, que ha abierto un hostel turístico en la céntrica calle Pez en lo que antes era una residencia de ancianos benéfica. El empresario es hermano mayor de la Hermandad El Refugio, entidad dueña del espacio, cuya transformación ha contado con el beneplácito y la autorización del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.

De residencia benéfica a hostel turístico

La Residencia Nuestra Señora del Refugio, ubicada en el número 1 de la madrileña calle Pez, en el barrio de Malasaña, fue un centro de mayores dedicado a "la acogida a los humildes", es decir, de objetivo benéfico. Así lo ha sido hasta el 2016, cuando contaba con 45 residentes y unos 26 empleados para su labor de acoger a los más desvaforecidos de la capital. Sin embargo, esto acabó aquel año, cuando su entidad propietaria, la Hermandad del Refugio, decidió cerrar esta actividad

La organización justificó el cierre en las grandes pérdidas económicas que estaba teniendo la residencia, de cerca de 1,4 millones de euros, y para poder seguir manteniendo el reparto de comida a los necesitados y el colegio concertado donde acudían 300 alumnos, dos servicios que compaginaban. Así lo explicaron a través de una carta enviada a los residentes, en la que también aseguraron que la pretensión era "mantener su viabilidad".

"Los precios que estamos pidiendo a los residentes son precios de mercado, muy alejados de nuestro objetivo inicial, y hemos tenido que dejar de mantener la acogida a los humildes", señalaban. Cabe destacar que el montante que solicitaban era de 1.600 euros al mes. Sin embargo, lo que no se supo entonces era a qué se iba a destinar el edificio, tal y como ha revelado elDiario.es.

Fue con la llegada del popular José Luis Martínez-Almeida al Ayuntamiento de Madrid cuando comenzó la transformación del mismo, que iba a pasar de ser una residencia de ancianos a un alojamiento turístico. Este ya tiene licencia de actividad y que, de hecho, ya ha abierto sus puertas este mes de agosto. En concreto, tiene un aforo de hasta 551 personas en una superficie total de 2.600 metros cuadrados. 

Un entramado de empresas

Que el objetivo era abrir un hostel se evidenció primero en el año 2020, cuando la Hermandad del Refugio cerró un contrato con la empresa Asistencia y Ayuda Yadisema SL, a quien le cedió las obras y la explotación del edificio durante 20 años; y después con la solicitud de un plan especial al Consistorio madrileño con el que se proponía utilizar el espacio para construir un hostel. La promesa era de facturar más de tres millones de euros anuales.

Así, la Administración liderada por Almeida aprobó en 2022 el proyecto con los votos a favor del PP, Ciudadanos y Vox. Por su parte, PSOE y Más Madrid votaron en contra criticando "la terciarización y la turistificación" del centro de la capital. Ahora, este mes de agosto, ha abierto este negocio bajo el nombre de Adventure Hostel Gran Vía, que ofrece camas en habitaciones compartidas con hasta otras 13 personas desde 31 euros la noche, tal y como prometen en su página web oficial.

Este giro en la utilidad de la ya antigua residencia benéfica se ha dado de la mano de Fernando Ramírez de Haro, el marido de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, como ha desvelado el citado periódico. El empresario es precisamente hermano mayor de la Hermandad y el matrimonio es una amistad muy cercana del alcalde. De hechos, ambos estuvieron en la boda del primer edil con Teresa Urquijo el pasado mes de abril.

Además de estos enlaces, cabe destacar un entramado empresarial nada desdeñable. Asistencia y Ayuda Yadisema SL fue creada especialmente para levantar este hostel y tiene como socia única otra compañía, Jima Patrimonial de Hostales. En las dos los administradores son Ignacio Núñez Luque y Miguel Ángel Garrido, que a su vez también dirigen Hostalcarria Hostales, una compañía que gestiona un negocio turístico en el entorno de la Plaza Mayor de la ciudad.

El hostel todavía no ha dado sus frutos, pero la promesa de que cerrar la residencia serviría para mantener el resto de actividades benéficas sí que no se ha cumplido. Y es que el colegio Purísima Concepción cerró sus puertas en junio de 2023 también por motivos económicos, dejando un agujero en las cuentas de la propia institución. Esta ha presentado pérdidas de hasta un millón de euros en el ejercicio pasado. Actualmente solo el comedor social -ubicado en el edifico contiguo a la iglesia de San Antonio de los Alemanes- continúa en pie y en funcionamiento.

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