El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha tenido que salir al paso este jueves para despejar las dudas sobre una posible crisis en el Gobierno de Murcia. El popular ha explicado que los tratos entre sendas formaciones gozan de muy buena salud y se trabaja en “plena sintonía”.

Pero la realidad difiere de lo expuesto por Egea. El teniente de alcalde de Murcia y portavoz municipal de Ciudadanos en la localidad, Mario Gómez, encendió todas las alarmas al romper el pacto firmado con el PP y pactar de forma secreta unos Presupuestos con PSOE y Podemos. Merece la pena destacar que en el ayuntamiento de la capital autonómica gobierna el PP gracias a la mayoría del bloque de la derecha, que no sería tal si Ciudadanos sumase sus cuatro escaños a la izquierda.

García Egea se ha referido al concejal crítico de Ciudadanos, explicando que estas riñas internas deben solucionarse en el ámbito municipal. Pero es significativo que desde Génova hayan tenido que salir al paso, tratando así de alejar la posibilidad de un posible movimiento subrepticio que quitase a José Ballesta la alcaldía de una de sus joyas de la corona.

A su entender, puede ocurrir que una alianza no funcione correctamente en "algún lugar" como consecuencia de "algún concejal concreto o persona concreta", y en ese caso el partido "se pone a disposición para solucionar ese problema". Además, ha dicho que con tantos ayuntamientos en España "entra dentro de la normalidad que se produzcan este tipo de problemas" pero "lo importante es que no afecten a los ciudadanos".

Y es que el cruce de reproches ha sido fuerte. Tal y como desveló el diario La Verdad, durante una reunión con responsables de la gestión del COVID-19, Mario Gómez se enzarzó en una discusión con diversos concejales populares: “Yo no sé lo que pintas tú, si quieres te digo lo que pinto yo. Si te gusta bien y, si no, te la envainas”, contestaba Gómez, dejando claro que las relaciones no son positivas. Frente a él, la concejala de Educación, le reprochaba su actitud y le advertía de que “la autoridad moral se gana con educación y con trabajo, no con gritos”.

El PP, preocupado por la situación, y sabedor de las arenas movedizas de la aritmética de bloques que impera en el Ayuntamiento, ha salido rápidamente al corte proponiendo que PP y Ciudadanos se reúnan en privado para fijar las bases de un nuevo acuerdo presupuestario que, posteriormente, sea presentado ante los grupos de la oposición. Por el momento, y pese a que la formación naranja ha recibido con buenos ojos la proposición, se desconoce la opinión de Mario Gómez, al que se le pide que rompa lo pactado con socialistas y morados.