Pedro Sánchez vuelve a asumir la presidencia del Gobierno. Más allá de protestas, violencia, quejas y lloros, solo existe una realidad: el PSOE sigue en La Moncloa. Sánchez, ha escenificado este viernes en el Palacio de la Zarzuela, junto a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y Felipe VI, una nueva promesa como presidente del Gobierno: “Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y Ministras”, ha exclamado el flamante presidente, quien, una ves más, ha sido capaz de transformar un escenario caótico en una nueva victoria.

Ahora queda lo más difícil, gobernar y contentar a los socios para conseguir que la legislatura sea viable. La firma de Sumar, Junts, Esquerra Republicana de Catalunya, EH Bildu, PNV y BNG no es gratuita y cada grupo tiene sus exigencias. Cada cual es un reto diferente pero el independentismo catalán es la facción más díficil de convencer. La lucha de los socialistas por mantener el Ejecutivo es titánica. Y desde el minuto uno de este nuevo escenario, relucen las exigencias. La primera, la amnistía. Este viernes, los portavoces Gabriel Rufián, Miriam Nogueras, Merxte Aizpurua, Aitor Esteban, Marta Lois y Néstor Rego, han firmado un documento en el que se pide tramitar la ley de amnistía por la vía de urgencia.

El acuerdo entre el PSOE y los partidos independentistas catalanes para investir a Sánchez como presidente contemplaba la aprobación de esta ley. A corto plazo, la condición era tenerla registrada en la Cámara Baja antes del debate y la votación de la investidura, un acuerdo que se ha cumplido según lo acordado. Sin embargo, este escrito refleja la voluntad, y la prisa, de los socios para hacer realidad esta norma lo más rápido posible. De no acelerar este proceso, la viabilidad del Gobierno no es factible.

Quien queda en el olvido es Podemos. La no renovación de Irene Montero al frente del Ministerio de Igualdad ha escenificado la descomposición del partido de Iglesias, quien un día prometió tomar el cielo por asalto. El destino de la formación morada es incierto. Aunque todavía resisten cinco diputados de Podemos en el Congreso de los Diputados, la realidad es clara: vivimos en directo, el ocaso de Podemos.

Por su parte, a la derecha solo le quedan las amenazas. La violencia ya la han ido demostrando en estas dos últimas semanas en la calle. Cuando hablamos de extrema derecha española, siempre rondará el pensamiento colectivo la amenaza de Golpe de Estado. De hecho, un grupo de alrededor de cincuenta altos mandos militares jubilados han socilitado a las fuerzas armadas que lleven a cabo un golpe de Estado con el objetivo de destituir al presidente recién investido, Pedro Sánchez.

La violencia en Ferraz está siendo capitalizada por Vox y ejecutada por sus cachorros. Cabe destacar que, incluso sindicatos policiales, están reprochando a la ultraderecha de intentar "dirigir" a la Policía después de la escenita protagonizada por Javier Ortega Smith en la que se dirigió a un integrante de la UIP para avisarle de que iban a estar "muy pendientes toda la jornada de sus dispositivos". 

"Ni el señor Ortega Smith ni ningún diputado tienen autoridad para amenazar, coaccionar o intentar dirigir ningún trabajo de la Policía", ha sostenido en un comunicado UFP, que censura el "tono amenazante" del representante del partido que lidera Santiago Abascal para "acomodar a sus intereses" la decisión o no de la Policía de identificar o detener a manifestantes.

UFP ha criticado a Vox al entender que "la Policía le importa muy poco". "Solo trata de obtener beneficio político a nuestra costa", ha añadido, reprochándole que no fuera con su acreditación de Congreso a los disturbios de Barcelona tras la sentencia del 1-O. "Estos policías son los mismos que defendían a su jefe, el señor Abascal, cuando le apedreaban en un mitin en Vallecas, pero entonces éramos los buenos", ha continuado.

El plena semana de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, se han seguido publicando encuestas. Después de revisar los estudios publicados en la última semana llevados a cabo por Electomanía y ElPlural.com, y realizar un promedio de sus resultados, este sábado publicamos una nueva edición de la madre de todas las encuestas.

Intencióin de voto

Según los datos recogidos por ElPlural.com, Alberto Núñez Feijóo reduce de forma leve su ventaja respecto a Pedro Sánchez y estaría en un 35,2% de los votos. Por su parte, el a todos los efectos presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lograría un respaldo del 31,1% de los votos. En cuanto a otros partidos, Sumar obtendría un 12,7% de los votos, mientras que Vox se situaría en el 11,2%. Es relevante mencionar que Yolanda Díaz obtuvo un 12,3% en las elecciones del pasado mes de julio, al igual que Santiago Abascal.