El ex consejero madrileño y ex dirigente del PP y exalcalde de ValdemoroFrancisco Granados, pidió declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, encargado de la investigación de la trama Púnica, y despertó inquietudes. La expectación ante lo que podía decir era máxima, en especial después de que se rumorease que Granados estaría pensando en emular a David Marjaliza, tirar de la manta y asegurarse su salida de prisión.

Finalmente, su esperada declaración se ha centrado en dos puntos: por un lado repetir y mantener que no sabe dónde está el dinero, pues él supuestamente nada tiene que ver con esta trama de corrupción; y asegurar que el único responsable de todo es el constructor y uno de los cabecillas de la Púnica, David Marjaliza.

Pero vayamos por partes porque ELPLURAL.COM ha podido tener acceso en exclusiva, gracias a personas presentes en la sala, al contenido de su declaración.

La UCO no sabe hacer sus informes

En esta nueva declaración ante el juez, la defensa de Granados se ha centrado en repetir que todos y cada uno de los movimientos que ha dado a lo largo de su carrera política, han sido perfectamente legales; es más, que sólo pensaba en el interés público.

Tras presentarle como un político al servicio de su pueblo, la defensa del popular ha encendido el ventilador contra un único objetivo: Marjaliza. Según ha explicado Granados ante el juez, el constructor que salió de prisión tras colaborar con la justicia, ha mentido en sus revelaciones. Pero no es el único que para Granados no ha reflejado la verdad, y se ha atrevido a asegurar que los informes realizados por la UCO están mal hechos basándose en que los Guardias Civiles desconocen los conceptos de urbanismo y el funcionamiento de las administraciones públicas.

La incógnita de las iniciales

Hay que recordar que Granados era un hombre muy ordenado y todo lo ponía por escrito. Por eso, el descubrimiento de su agenda fue un avance en la investigación.

Sobre este tema, este miércoles sólo ha confirmado la identidad de unas iniciales: ha reconocido que BG es Beltrán Gutiérrez y que las anotaciones se refieren a actos de campaña del PP de Madrid. Y hasta aquí ha querido leer Granados porque acto seguido ha explicado que el resto de iniciales no se corresponden con la interpretación que Marjaliza dio en su momento al juez Velasco.

Es más, ha explicado que los números que aparecen anotados en su cuaderno no hacen referencia a cantidades monetarias sino al número de asistentes que fueron a cada acto de la campaña. Ha dicho que este detalle no podía interpretarlo Marjaliza porque no sabe nada sobre PP de Madrid.

Granados y el yo nunca he...

A partir de este momento, se ha desarrollado un largo interrogatorio por parte de su defensa en el que han intentado rebatir todos y cada uno de los hechos por los que se le investiga.

Según sus propias palabras, Granados nunca se ha dedicado al negocio inmobiliario, sólo a la banca y a la política; nunca ha tenido sociedades ni ha participado en ellas, salvo las dos que creó con su mujer poco antes de ser detenido y que nunca llegaron a tener actividad.

Preguntado por una supuesta destrucción de documentos en el ayuntamiento de Valdemoro, Granados ha mantenido que sólo eran los restos que había dejado por en medio la UCO cuando hizo el registro.

Y llega el momento de desacreditar a Marjaliza

¿Su siguiente movimiento? Intentar demostrar que realmente no tiene una estrecha relación con Marjaliza y que él es el verdadero corrupto. Para ello, ha explicado que había sido concejal por el PP y que por eso le conoce, pero que nunca fueron amigos desde la infancia (como se había dicho) dada la diferencia de edad que hay entre ellos.

Para demostrar que Marjaliza, en su opinión, no es de fiar, ha relatado cómo fue expulsado del Partido Popular y creó una formación independiente para intentar arrebatar la alcaldía al PP aliándose con el PSOE. Y ha dado más datos: ha explicado cómo fue su cuñado Gonzalo Cubas el que le ayudó a tener relaciones con los ayuntamientos que ahora están relacionados con la Púnica. Es aquí donde ha intentado implicar al PSOE asegurando que cuando gobernaban los socialistas en el Ayuntamiento de Valdemoro, Marjaliza tuvo relación con ellos.

Poco después, parece que Granados ha cambiado de idea. Marjaliza ya no era el único responsable y ha empezado a dar otros nombres, porque los verdaderos responsables son los técnicos JL Navarro Soto (arquitecto Municipal de Valdemoro) y JL Aguilera (Jefe de contratación del mismo ayuntamiento).

De la que no ha hablado mal es de la exlideresa, de su exlideresa. En ningún momento de su declaración ha puesto en duda que las personas nombradas por Esperanza Aguirre puedan tener algo que ver con la trama, ha explicado que no dudó en mantenerlos en su etapa porque Esperanza Aguirre es magnífica y sus elegidos: González Taboada y Eduardo Larranz, son muy honrados.

Nada de especular con el suelo de Valdemoro

Sobre todo lo relativo a los planes de urbanismo de Valdemoro, él no tiene nada que ver. Ante el juez Velasco ha asegurado que el Plan General de Urbanismo se aprobó el 30 de abril del 2002 mientras que todas las sociedades y la actividad que ahora se relacionan con la trama se desarrolla con posterioridad. En otras palabras, por fechas, no podían especular y comprar suelo rústico porque ya todo el mundo conocía cómo iban a ser los proyectos urbanísticos y, cuando estos planes se aprueban definitivamente, él ya no es el alcalde de Valdemoro.

En esta línea, no ha dudado en asegurar que las valoraciones de suelo que hace la UCO en sus informes son un disparate y ha querido dejar clara una idea: Granados no se ha dedicado ni se ha metido jamás en temas de urbanismo pero, eso sí, si en Valdemoro hay un hospital y accesos viales es gracias a él porque le tiene un enorme cariño a su pueblo.

Aunque se le acusa de haber cobrado comisiones de entre 3.000 y 6.000 euros por cada vivienda que se construyese a cambio de adjudicar los terrenos a empresas de la Púnica, Granados ha dicho que es totalmente incierto y que, sobre este tema, mejor se le pregunte a Marjaliza.

La venta de parcelas

Uno de los puntos en lo que se centra la investigación de la trama Púnica es la puesta venta de parcelas entre Granados y el constructor Marjaliza como tapadera para blanquear dinero. Es el caso de la venta de las parcelas de Canto Negro en el año 2007.

Granados ha negado todo y ha dado la siguiente explicación: esos terrenos fueron una herencia que vendió a Marjaliza a un precio más bajo de los normal porque realmente estaba haciendo una autoventa para reducir los impuestos a pagar.

Respecto a la ya archivamos finca de Ávila, Granados ha reconocido haber estado en ella pero como invitado porque ni es suya ni tiene ninguna participación en ella.

Contradicciones sobre sus cuentas en el extranjero

Aunque al principio de su declaración Granados ha desmentido tener cuentas extranjero porque no tiene ni un duro y, si lo tuviese, ya lo habría aportado al Juzgado; después ha caído en contradicciones.

Según ha explicado, especulando en bolsa y con portaciones de su padre para invertir, consiguió juntar una cantidad de dinero. Es entonces cuando conoció a Michael Langdom y este le convenció para llevarse ese dinero a Suiza.

A partir de este momento, las cuentas las llevó siempre M. Langdom y él sólo firmaba papeles en blanco. Así hasta 2005, año en el que fue nombrado secretario general del PP de Madrid y, por ello, anunció su intención de cerrar las cuentas.

Atendiendo a su relato, le propusieron un sistema de compensación y él firmó papeles en blanco entre los que se encontraba un poder de gestión a favor de Marjaliza y él se olvida de las cuentas en Suiza.

El famoso millón de euros

Sólo entonces, le pagaron 1.300.000 euros en España, un dinero que primero guardó en su casa y luego en la de sus suegros y este es el famoso millón de euros escondido en un altillo en un maletín sobre el que Granados llegó a decir que lo habían dejado allí unos operarios de Ikea.

Granados ha reconocido que ese millón de euros pasó al menos 9 años escondido en la casa de sus suegros y, ha puntualizado, si no ha dicho antes de dónde había salido ese dinero es porque nadie le había preguntado.