El análisis, realizado por la Asociación de Peritos Colaboradores con la Administración de Justicia de la Comunidad de Madrid a partir de dos fotografías digitales que el juez hizo en Bagdad durante la visita que realizó en enero pasado, concluye que "la imagen vista por el personal que tripulaba el carro de combate Abrams M1 A1 debía tener un tamaño virtual de entre 600 y 400 centímetros".

La misma conclusión de los peritos de la familia
Las imágenes obtenidas por el juez Pedraz son "bastante inferiores y con mucha diferencia" a las obtenidas "con los elementos de visión del carro de combate el día que ocurrieron los hechos", pues los aparatos utilizados por el instructor son "de muy distinta calidad y visión", según subrayan los expertos. Este informe refleja la misma conclusión que el elaborado por dos profesores de Ciencias Físicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) propuestos como peritos por la familia de Couso, que detallaron que desde el tanque estadounidense se podían ver de forma nítida las personas que se encontraban en las terrazas del hotel, según ha podido saber Europa Press de fuentes jurídicas.

Pedraz viajó a Bagdad en enero
El pasado 28 de enero Pedraz viajó a Bagdad para realizar la reconstrucción de los hechos desde el punto exacto desde el que el tanque estadounidense habría disparado hacia el Hotel Palestina.

La reconstrucción de los hechos
Con anterioridad, el juez entró en el Hotel Palestina, donde acompañado de los periodistas Jon Sistiaga, Olga Rodríguez, Jesús Quiñonero y Carlos Hernández -compañeros del cámara cuando se produjo el ataque-, inspeccionó los restos de lo que fue la habitación de Couso en el piso 14 del edificio. Allí colocó varios trípodes simulando los que usaban los cámaras el día de los hechos.

Búsqueda y captura contra los que dispararon
En julio de 2010 el juez Pedraz reabrió por segunda vez el caso Couso por orden del Tribunal Supremo y ordenó la busca y captura del teniente coronel Philip de Camp, el capitán Philip Wolford y el sargento Thomas Gibson, todos ellos de nacionalidad estadounidense, por un delito contra la comunidad internacional, en concurso con un delito de homicidio.

Según sus resoluciones judiciales, De Camp fue la persona que "dio la orden directa de disparar" contra el hotel Palestina a pesar de que sabía se encontraba en una zona civil y era ocupado por periodistas. Wolford, por su parte, transmitió la orden y Gibson fue "quien materialmente efectuó el disparo" que mató a Couso y al cámara ucranio Taras Protsyuk y provocó heridas graves a otros tres reporteros.