El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a celebrar como victorias las derrotas. Dentro de las filas ‘populares’ parece que por el momento se conforman con poco, y es que, aunque hay éxitos irrefutables -como la mayoría absoluta en Galicia- el gallego incide en festejar victorias a medias o incluso fiascos a ojos de cualquier otro partido, pero no así de la formación de derechas. Concretamente, el responsable de Génova ha ensalzado haber conseguido 15 escaños -había sacado 3 en las elecciones catalanas anteriores- y haber sido la lista más votada en los comicios generales, a pesar de que esto no les sirve para el objetivo real, que es el de alcanzar la Moncloa.

Así las cosas, Feijóo considera que su partido “ha cumplido los tres objetivos que tenía en las primeras elecciones de este año”, que no son otros que “la quinta mayoría absoluta en Galicia”, haber “logrado crecer en el País Vasco” o “quintuplicar el apoyo recibido” en la comunidad autónoma catalana.

Movilización “de máximos”

A la vez que ha llamado a la movilización “de máximos” -también en la calle el próximo domingo- ante el 9J para hacer oír la voz de la formación en Europa “de forma alta, clara y limpia” frente a un Ejecutivo “rehén del independentismo”, el gallego ha emitido que “se ha castigado con dureza a ERC”, que el PNV “ha sufrido un serio desgaste por los signos de agotamiento del partido y como consecuencia del blanqueo de PNV y PSOE a Bildu” y que en Galicia el Gobierno “se ha reforzado con la quinta mayoría absoluta consecutiva”.

“Los ciudadanos han castigado a quienes gobiernan con Sánchez y Sánchez ha vampirizado los votos de sus aliados. Va camino de desintegrar Sumar como hizo previamente con Podemos. Solo alimenta las opciones más radicales como Bildu, el BNG o Junts y en ese contexto se hace más patente que nunca que el PP tiene un modelo de gestión, de centralidad y de firmeza que los ciudadanos en España cada vez reconocen con más nitidez”, argumenta.

En la misma línea de festejar cuestiones que a ojos de otras fuerzas políticas no serían para tal, Feijóo ha hecho hincapié en el “no soy presidente porque no quiero”. “Hemos conseguido volver a ser primera fuerza política en España, hemos conseguido un incremento de los votos en todos los lugares donde nos hemos presentado, hemos logrado victorias contundentes, hemos alcanzado nuevos gobiernos, hemos renovado y ampliado mayorías absolutas, pero pocas veces podemos decir que tras unas elecciones hemos multiplicado por cinco el número de escaños que teníamos en el Parlament”, ha proseguido volviendo otra vez a referirse en clave catalana. “Teníamos tres escaños en el Parlament y ahora tenemos 15. Hemos crecido más de un 7% en porcentaje de voto total. Éramos la octava fuerza y última, y hoy somos la cuarta: el mejor resultado del PP en 12 años y ahora el PP tiene mucho que decir y decidir en Cataluña y el resto de España”.

El político ‘popular’ ha destacado que sabían “de dónde partían”, pero decidieron “pensar en grande”. “Sabíamos que con los pies en la tierra, con la solidez de nuestros principios, el trabajo y el método había posibilidad de crecer y así lo hemos hecho, por eso nuestro resultado sabe mejor”. “Estamos satisfechos porque la mejora es espectacular, nuestra subida es la que realmente significa el descenso efectivo al procès, pero no tenemos todavía todos los objetivos conseguidos. En consecuencia, tenemos tarea pendiente porque somos un partido ganador, de gobierno en cualquier lugar y esto todavía no lo hemos alcanzado en País Vasco ni en Cataluña, donde nos queda mucho partido por construir, mucha base por ensanchar, mucho territorio por cubrir, mucho talento por captar para conectar con la mayoría de la sociedad a la que debemos aspirar”, ha añadido ya rebajando un poco el tono triunfalista.

Victorias que no sirven para nada

Feijóo es consciente de que estas elecciones no les iban a colocar en el lugar que, consideran, les pertenece, pero se propusieron que fueron un nuevo comienzo. Y eso sí lo han logrado “ampliamente”. “Hemos dado un paso enorme y definitivo, también determinante simbólicamente. Los catalanes nos han llevado a ser el partido que más crece y nos han confiado liderar el constitucionalismo en Cataluña y no les vamos a fallar”, ha anunciado; volviendo a ensalzar que el PP “es el primer partido de España, el que gobierna en 14 comunidades, el más representado del Congreso y con mayoría absoluta en el Senado”.

A continuación, Feijóo ha arremetido contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y se ha postulado él como alguien que considera que “la palabra tiene que tener el valor que siempre ha debido de tener en política”. Para el político conservador, su formación “no ha usado atajos en Cataluña” ni se ha “mimetizado con discursos independentistas” ni “ha dicho una cosa en campaña y ha hecho la contraria”, por lo que son “el partido que tiene la conciencia más tranquila”.

A su juicio, si el líder del Ejecutivo “no hubiera elegido siempre que ha podido aliarse con los independentistas” hoy Cataluña “tendría una nueva etapa”, pero “ha vuelto a convertir a Puigdemont en protagonista”. A renglón seguido ha augurado que “pasará lo que lleva pasando en España desde que Sánchez es presidente”, que se “ríe de todos los españoles”. Así las cosas, mientras Feijóo celebra las victorias a medias, se vanagloria de que el presidente del Gobierno haga lo propio “cuando PSOE y Sumar han perdido 670.000 votos desde el 23 de julio” y que Junts “haya subido 270.000 votos”.

Feijóo ha continuado hablando de la “doctrina Sánchez”, la cual pasa por “anteponer sus intereses personales” u “ocultar sus pactos hasta después de las europeos”, haciendo así “caso omiso a lo que dijeron las urnas el domingo”.” Para una nueva etapa en Cataluña sería imprescindible una nueva etapa en España. El PSOE ha elegido sus socios, negó ayer indultar a Puigdemont, como negó pactar con Bildu y la amnistía. Podemos estar a las puertas de un nuevo gran engaño de Sánchez que podemos prever hasta cómo ejecutar”, ha considerado