Las presuntas irregularidades del Máster de Cifuentes han precipitado el calendario de Podemos en la Comunidad de Madrid. Desde que Pablo Iglesias e Íñigo Errejón pactaron la candidatura del segundo para los comicios autonómicos de 2019, se ha dado por sentado que el secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político sería el cabeza de lista. Pero lo que se preveía una alfombra roja se ha tornado en vía crucis. El secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, convocó al Consejo Ciudadano Autonómico el pasado miércoles para adelantar los tiempos y celebrar, a la mayor celeridad posible (primera semana de mayo), el proceso interno para proclamar a Errejón como candidato oficial.

Espinar detalló unas primarias en “dos fases”. En una primera velocidad, se elegiría candidato y, tiempo después, los integrantes de las listas. El secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político reaccionó con recelo: “Nunca lo hemos hecho así. Nunca ha sido por separado”, dijo, y ha añadió que “yo he recibido un encargo y una responsabilidad que para mí es un honor: construir un proyecto entero. No contemplo otra cosa”. De esta manera, Errejón parecía supeditar su candidatura al control sobre las listas y el equipo.

El propio Errejón especificó que no se había acordado aún el formato de las primarias. Y es que, a pesar de que Espinar lo comunicó, el CCA no había adoptado ninguna decisión con respecto a la fórmula, tan solo se acordó adelantar el calendario.

Fuentes internas de la formación han asegurado a El Plural que este formato responde a un arrebato de Espinar para exhibir músculo. Además, señalan que “el aprobar las primarias para mayo se hizo con nocturnidad y alevosía” porque “no se había hablado con nosotros en ningún momento”. De hecho, dicen que desde el equipo de Errejón se llamó a Espinar para que “la fecha quedara en el aire” aunque “ya dentro de primeros de mayo”.

Espinar justificó las declaraciones de Errejón a que “todo el mundo tiene un mal día”. El secretario general autonómico cree que rectificará y pide unidad para “echar al PP y a Cristina Cifuentes”, al tiempo que aclara que “puede que la polémica esté servida, pero yo no me la voy a comer”. No obstante, lo cierto es que el descontento de Errejón y su equipo para con Espinar es notable, como notable es el cabreo de Iglesias.

El secretario general de Podemos parece haber alcanzado los límites del hartazgo en cuanto a cuestiones internas se refiere y lanzó un aviso para navegantes: “Ni media tontería” con las primarias en Madrid. “En esto ni media tontería; nosotros estamos en política para ganar al PP y para gobernar en la Comunidad de Madrid y los inscritos no van a permitir que nadie se dedique a marear la perdiz ni a tonterías", recalcó.

 A quien tampoco gustaron las formas de Espinar fue a Lorena Ruiz-Huerta. La portavoz morada en la Asamblea de Madrid consideró “un error” adelantar el calendario por el caso Cifuentes y celebrar las primarias durante la primera semana de mayo porque “es absolutamente prematuro” ya que debe ser “un proceso que se cuece más lento”.

Sus declaraciones adquieren un sentido más notorio. Y es que, tal y como señalan fuentes consultadas por El Plural, Ruiz-Huerta se presentará contra Errejón a las primarias: “No es oficial, pero es 100% seguro”. Este periódico se ha puesto en contacto con el entorno de la previsible candidata, pero desmienten -con la boca pequeña- que lo tenga decidido: “Todo parece apuntar que se presentará, pero aún no lo tiene decidido”.

Espinar y su anhelo de controlar Madrid

“La idea tras Vistalegre es que se respetara que se dejara vía libre a Íñigo también para el Consejo Ciudadano Municipal. Eso se acordó con Pablo. Pero Ramón y algunos pablistas aquí [Madrid] se lo pasan por el forro, con lo cual hacen falta negociaciones e, in extremis, se alcanza el acuerdo de Unidos por Madrid”.

Así relatan fuentes internas a El Plural cómo, en qué condiciones y por qué se acordó una lista unitaria para las primarias de Madrid municipio. El exJemad Julio Rodríguez,  uno de los hombres de confianza de Iglesias, fue cabeza de lista y ganó con el apoyo del sector errejonista. A cambio, los afines a Errejón obtendrían seis de 18 puestos en el Consejo Ciudadano de Madrid. Este acuerdo se produce, tal y como señalan a este diario, después de que Ramón Espinar y algunos pablistas en Madrid decidieran desmarcarse del acuerdo entre Iglesias y Errejón. La ecuación lógica es muy simple: Íñigo pacta con Pablo ser candidato en Madrid y pasar a un segundo plano a nivel nacional, lo que supone que Ramón no sería el cabeza de lista en Madrid 2019, el líder regional entra en cólera y, junto a ramoners y algunos pablistas, deciden dinamitar el pacto.

¿Cómo cargarse un pacto rubricado por el líder de la formación? Maniobrando con los estatutos en la mano. Tal y como informó El Plural, Espinar se valió de una norma introducida en la Segunda Asamblea Ciudadana de Podemos para diluir los sillones errejonistas. Según este precepto, con el pretexto de acercar las bases a las cúpulas, en los procesos de primarias, en este caso en Madrid, no solo se eligieron a los dirigentes municipales, sino también a un número determinado de representantes de los Círculos que se incorporaron al Consejo Ciudadano Autonómico. Esta disposición permitió a Espinar diluir la presencia errejonista en el CCA ya que los círculos en la capital los controla el secretario general autonómico y, en consecuencia, los nueve nuevos representantes son afines a Espinar, asegurándose así el control del principal órgano autonómico.

La pregunta es si dichos tejemanejes se perpetuarán o si Espinar dará un paso a un lado. Lo que es seguro es que, independientemente de lo que haga el secretario general morado en la Comunidad de Madrid, parecen haberse abierto viejas heridas. Iglesias insta a limar asperezas y aprovechar las horas más bajas de Cristina Cifuentes. Entretanto, Lorena Ruiz-Huerta valora entrar al cuadrilátero.