Y suma y sigue. La Comunidad valenciana debe estar ya más que acostumbrada a que la justicia y los agentes de la UCO investiguen sedes y ayuntamientos ligados al PP. Este lunes la Guardia Civil ha entrado en el Ayuntamiento de la localidad de Xátiva como un paso más dentro de la investigación sobre la presunta trama de comisiones que habría cobrado el expresidente del PP de Valencia, Alfonso Rus.

El juzgado de Instrucción número 18 está investigando una serie de contratos que, supuestamente, habrían sido amañados a cambio de mordidas durante los sucesivos mandatos del PP en Valencia.

Este lunes, los agentes han registrado el consistorio en busca de contratos con hasta seis empresas constructoras, acuerdos que se habrían firmado a lo largo de diez años. Concretamente entre los 2004 y 2014, la época dorada de Rus.

La caída de Rus

Hay que recordar que Rus, como expresidente de la Diputación de Valencia, fue detenido en la operación Taula. Ahora, la UCO cree que en el que fue su Ayuntamiento, podría encontrar esos contratos con las empresas Llanera, Franjuán, Inditec, Guerola o Acciona, entidades que consiguieron obras que, aunque estaban presupuestadas en una cantidad concreta, finalmente acabaron con sobrecostes millonarios.

Entre los contratos, destacan la reforma de la plaza de toros, el de recogida de basuras y la construcción al menos dos centros de salud mental.

Tras su detención por la operación Taula y posterior salida en libertad con cargos, el que fuera hombre fuerte del PP, fue desplazado del partido. La formación al completo salió públicamente para desligarse de Rus hasta tal punto que, la propia Soraya Sáenz de Santamaría celebró la operación policial diciendo: "Demuestra que en España no hay impunidad".

Rus, se aferró a la teoría de la consipiración, emulando a la secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, cuando trató de explicar el escándalo Bárcenas y todos los casos de corrupción que han afectado al PP de Rajoy.