Urdangarin y su socio, Diego Torres, usaron su entramado empresarial, entre ellas Aizoon, para engañar a Hacienda a través de facturas falsas sobre servicios inexistentes que fingían que unas firmas se prestaban a otras, lo que les permitía reducir en apariencia sus beneficios y de esta manera pagar menos impuestos.

Un documento como prueba
Los investigadores descubrieron en el registro realizado en noviembre en el Instituto Nóos un documento elaborado por el contable de esa entidad sin ánimo de lucro, en el que se explica al detalle cómo llevar a cabo este entrelazado de facturas entre las sociedades del duque para defraudar a Hacienda.

La operativa
El Instituto Nóos conseguió del Govern balear de Jaume Matas y de la Generalitat de Francisco Camps jugosos contratos públicos adjudicados a dedo. Urdangarin y su socio, en vez de reinvertir estos ingresos, como establecía su fundación sin ánimo de lucro fingían que sus empresas prestaban servicios a Nóos para sacar el dinero. A su vez, se inventaban que esas compañías se prestaban servicios para disminuir sus beneficios.

El Mundo sigue con sus reproches a la Casa Real
El Mundo continúa hoy sus críticas ante el silencio de la Casa del Rey, que a sus preguntas, según dice el diario, se limita a remitir al comunicado de Urdangarin en el que se desmarcó de la Zarzuela. El periódico de Pedro J. recuerda que la información de hoy sobre la empresa Aizoon va más allá de Urdangarin y afecta a la infanta Cristina. “La alarma por todas estas revelaciones obliga al duque de Palma a dar una explicación inmediata”, apunta El Mundo.

Urdangarin cobró del Ayuntamiento de Gallardón
Las de El Mundo no son las únicas novedades sobre el llamado caso Babel, que afecta al duque de Palma. Público revela también hoy que la Fundación Madrid 16, creada por Alberto Ruiz-Gallardón para promocionar a la capital como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, pagó 144.000 euros a la ONG Fundación Cultura, Deporte e Integración Social (CDIS), creada supuestamente por Urdangarin para ayudar a niños con discapacidad y enfermos de cáncer, pero que en realidad usó para desviar fondos a paraísos fiscales, como recogió ayer ELPLURAL.COM.

El duque ocultó a Hacienda la mitad de lo ganado
Urdangarin y su socio y sucesor al frente del Instituto Nóos, Diego Torres, ofrecieron en abril de 2007 al Ayuntamiento de Madrid los servicios de su fundación, que quedaron plasmados en un acuerdo suscrito en octubre de ese año, según ha confirmado la ex consejera delegada de la sociedad Madrid 16, Mercedes Coghen. De los 144.000 euros que, según Coghen, transfirió el Ayuntamiento madrileño a la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social de Urdangarin, entre 2007 y 2009, el informe de Hacienda que analiza las cuentas de la trama Nóos sólo refleja una parte: 72.000 euros abonados en 2008. No aparecen ni los 18.000 de 2007 ni los 54.000 de 2009, de lo que se deduce que el duque no declaró la mitad de los ingresos por este acuerdo.