Hace ocho meses, en España se implantó una nueva jornada laboral basada en turnos rotarios para los miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Hasta ese momento, según la normativa europea, no se estaban cumpliendo las normas de riesgo laboral, por lo que se tuvieron que amoldar los turnos y los horarios de trabajo.

Hasta aquí, todo parece muy normal si no fuera porque los protagonistas del cambio denuncian que las nuevas jornadas no se pueden cumplir debido a la escasez de policías y de medios. Esta mañana, todas las Jefaturas Superiores y las comisarias provinciales de España se han despertado con manifestaciones de policías a sus puertas para exigir al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que les escuche.

Según ha explicado a ELPLURAL.COM el portavoz del sindicato mayoritario de del cuerpo Nacional de Policías SUP, Ramón Cosío, “desde hace siete u ocho meses, se están jubilando más policías de los que entran” y esto hace que se convierta en imposible cumplir las jornadas laborales impuestas. “Tenemos que cumplir un servicio al ciudadano las 24 horas del día, todos los días del año con un modelo de turnos que no están bien regulado”, se vuelve caótico cuando hay que cubrir varias emergencias a la vez o alguna baja.

No les ha quedado más remedio que manifestarse

Según defienden desde el SUP, llevan “ocho meses solicitando a la Administración que se reúna una mesa de seguimiento para valorar los problemas existentes y, sistemáticamente, se ha desoído la solicitud”.

Aunque han pedido una y otra vez que se cree diálogo, la respuesta desde el Gobierno y desde el Ministerio del Interior ha sido clara: “No hay nada que dialogar”.

Ante este bloqueo, Cosío ha explicado a este diario que impusieron el estado de “conflicto colectivo” para forzar a la patronal a que convocase un pleno extraordinario en el que tratar sus reivindicaciones. La respuesta, una vez más, ha sido el silencio.

“Con un poco de sentido común habría sido posible arreglarlo y no llegar a este extremo, pero no nos han dado otra solución”. “No nos queda más remedio que salir a la calle, por responsabilidad no nos podemos quedar callados”.

Y es que, la falta de policías en las comisarías ha derivado en que no se puedan cubrir las emergencias de forma adecuada. “Por ejemplo, en los casos de violencia de género, los compañeros no tienen ninguna cualificación ni medios especiales”, se lamenta Cosío.

Todos son “parches sobre parches” y para intentar que esta realidad deje de serlo, decenas de policías se han manifestado en defensa de sus derechos.