La Guardia Urbana de Barcelona ha criticado a los Mossos d’Esquadra por no informarles de la operación policial tras el atentado en la Rambla, el pasado 17 de agosto.

Minutos después del atentado, la radio de la Guardia Urbana, que fue la primera que llegó al lugar del atentado, comunicó a sus agentes desplegados por el Raval de Barcelona que tuvieran precaución porque había “francotiradores con turbantes” negros en las azoteas de algunos edificios, por lo que debían ponerse a cubierto ante “fuego hostil”. Cuando los agentes llegaron a algunos de estos edificios comprobaron que no eran terroristas, sino miembros del grupo de operaciones especiales de los Mossos d'Esquadra, que llevaban pasamontañas. La Policía autonómica no había informado a la Guardia Urbana de su despliegue, según informa El Mundo.

La operación jaula 

La Guardia Urbana ha criticado, además, los controles de la ciudad hechos por los Mossos tras el atentado, en los que consideran que no hubo efectivos suficientes y no se contó con sus agentes, lo que impidió una respuesta rápida. El autor del atentado, Younes Abouyaaqoub, consiguió saltarse un control en la avenida Diagonal de Barcelona al atropellar a una agente con el Ford Focus que había robado a su propietario, Pau P., tras apuñalarlo mortalmente, según los investigadores.

Las críticas de la Guardia Urbana llegan después de las denuncias de la Guardia Civil y la Policía Nacional a los Mossos por no permitir que Tedax especializados inspeccionaran la vivienda donde se produjo la explosión la noche anterior al día del atentado.