María José Catalá, saliendo del salón estético ayer. LEVANTE-EMV
A María José Catalá, consellera de Educación valenciana, le han debido saber a poco los 55 días de vacaciones navideñas que tienen los diputados de Les Corts. Ayer era el primer día de pleno tras el parón, pero la consejera no acudió. Sí que se la vio, sin embargo, saliendo de un salón estético en Torrent, la localidad en la que vive y de la que fue alcaldesa antes de formar parte del Govern de Alberto Fabra.
Según han denunciado los socialistas valencianos, y ha recogido Levante, Catalá no acudió a la cámara este miércoles mientras que fue fotografiada saliendo de un salón de estética. La diputada del PSPV Carmen Ninet criticó por las redes sociales los "novillos" de la consejera.
Interpretación falsa
Un portavoz de Educación, sin embargo, ha asegurado que Catalá vive muy cerca de ese local estético y que sólo entró en él para pedir cita. Dicho portavoz asegura que la interpretación de la fotografía hecha por la oposición es "falsa", aunque no explicó por qué la consejera no acudió al pleno de Les Corts.
Barberá, de compras
También ayer por la mañana pudo verse a Rita Barberá, alcaldesa de Valencia pero también diputada del PP en Les Corts, en Cibelina, una conocida peletería del centro de Valencia que también limpia y arregla prendas de piel. La regidora entró en el negocio acompañada de varios policías locales y cargada de bolsa. Durante su visita al negocio, fuera esperaba el coche oficial, un Ford Mondeo que estuvo todo el tiempo mal aparcado.
Los bolsos de la Gürtel
Cibelina, según explica el citado diario, vente complementos de piel, entre ellos bolsos. Una artículo que ha costado varios quebraderos de cabeza a la alcaldesa valenciana por ser uno de los supuestos regalos más habituales para ella por parte de Álvaro Pérez El Bigotes, responsable de la trama Gürtel en Valencia.
Las sesiones de Botella
Ambas actitudes recuerdan a la de Ana Botella, ahora alcaldesa de Madrid pero que durante su estancia al frente de la Consejería de Medio Ambiente usaba el coche oficial y los escoltas para acudir a sus sesiones de peluquería y estética en un lujoso local del centro de Madrid dedicado a estos menesteres, tal y como descubrió El Intermedio.
