El diputado del PSC José Zaragoza es uno de los elementos políticos más activos en Twitter y una referencia de la izquierda en esta red social. Sus tuits son simples y directos y tienen mucho éxito. Además de convertirse en virales un gran porcentaje de ellos, también es capaz de molestar a la derecha con sus reflexiones.

Zaragoza no evita tratar cualquier tema de actualidad para retratar a los fanáticos. Es el caso de su valoración sobre la caída de Jair Bolsonaro en Brasil, a quien ha comparado con otros líderes populistas de derechas que han tenido un destino similar al radical brasileño: "Donald Trump, Boris Johnson, Jair Bolsonaro. Ganaron con odio, perdieron gobernando", ha destacado.

Hace unos días, el propio Zaragoza hizo añicos al PP de Feijóo por su traición al bloquear in extremis la renovación del CGPJ: “El PP impide aplicar la ley al volver a bloquear la justicia y eso es un delito de sedición”, escribió José Zaragoza en Twitter. Al igual que han hecho otros rostros del socialismo, como Emiliano García-Page, el catalán afea que se intente mezclar ahora la postura al respecto de los delitos de sedición con la reformulación de un órgano que lleva cuatro años caducado. Y da un paso más Zaragoza, al tachar este bloqueo del PP de un delito de sedición.

Sánchez mantiene una conversación con Lula Da Silva

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha conversado por teléfono con el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, para desearle suerte en su nueva etapa en el Gobierno.

Así lo ha informado Sánchez en un mensaje en Twitter: "Le he traslado mi felicitación, deseándole suerte en su nueva etapa en el Gobierno y la voluntad de trabajar conjuntamente en la lucha contra la pobreza, el hambre y el cambio climático", ha destacado el presidente.

La victoria electoral de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) ha puesto fin a una campaña electoral de más de dos meses, marcada por la crispación ante un panorama social y político que presenta una polarización sin precedentes. La corta distancia entre los apoyos que ha obtenido (50,9%) y los que ha aunado su oponente, el hasta ahora presidente Jair Bolsonaro (49,1%), reflejan un país partido en d