Ha sido una semana complicada para Ione Belarra. La ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030 no solo ha tenido que capear la tormenta desatada por la polémica de la ley del ‘solo sí es sí’, también se ha visto obligada a soportar titulares e informativos que incidían en su decisión de no llevar sujetador a un acto de su formación política. En la jornada de este sábado, la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales ha asistido a un acto de la ruta La fuerza que transforma en Valencia reivindicando el proyecto de su fuerza política en la Comunidad Valenciana y aprovechando para explicar lo que, en su opinión, realmente está ocurriendo con la ley del ‘solo sí es sí’.

Belarra ha comenzado su intervención describiendo a sus compañeros y activos potenciales del partido. “Me voy a dejar la piel Pilar para que seas la primera alcaldesa sorda de la ciudad de Valencia”, ha dicho mientras miraba a Pilar Lima, candidata de Podemos a la alcaldía valenciana. “Eres la mejor secretaria de organización que ha tenido Podemos”, ha comentado alagando a Lilith Verstrynge, secretaria de organización de Podemos y secretaria de Estado para la Agenda 2030. “Eres una de las personas que tiene más compromiso con los trabajadores de este país”, esa frase se la ha dedicado a Héctor Illueca, candidato de Podemos a la presidencia de la Generalitat Valenciana.

Conexión con el feminismo “de la calle”

Una vez hechas las presentaciones, y aclarada la voz, la secretaria general de Podemos agarraba el micrófono del Teatre Micalet y cogía fuerza para dar su perspectiva sobre la última polémica que ha puesto en jaque al Gobierno de coalición. “Todo lo que está pasando con la ley del ‘solo sí es sí’ es una síntesis perfecta de lo que ha pasado con esta legislatura”, comenzaba. “Esta es una ley impulsada por Podemos, recogiendo el mandato de cientos de miles de mujeres - entre las que me incluyo - que dijeron en la calle ‘hermana yo si te creo’, que dijeron ‘no es abuso es violación’. Una ley que no solo pone el consentimiento en el centro del Código Penal, sino que también protege a todas las mujeres”, resaltaba, antes de continuar “a las mujeres que denuncian y a las que no denuncian, que son la mayoría”, sentenciaba.

“Es una ley por la que nos han felicitado organismos internacionales, que es referencia para otros países. Una ley que aprobó una mayoría amplísima en el Congreso” recordaba, antes de describir a la ley como “la mayor conquista institucional del feminismo en la última década, conseguida gracias a Podemos”. Una vez descrito el instrumento jurídico, Belarra empezaba su férrea defensa “lo que pasó después es conocido”, iniciaba, antes de despejar todas las dudas: “Hay una mayoría de jueces en España que están aplicando bien la ley y está siendo aplicada de manera incorrecta por una minoría”. La secretaria general de Podemos ha evocado las palabras de Teresa Peramato, Fiscal de Sala contra la Violencia sobre la Mujer, que hace unos días señalaba que “esta ley a nivel penal es más dura que la que teníamos antes, lo que ha pasado es que se está aplicando de una manera incorrecta por una minoría de jueces”.

“Cuando miramos hacia atrás, vemos que lo que pasó con la ley de violencia de género de 2004, fue todavía más grave que lo que está pasando hoy, pues hubo centenares de mujeres en este país que vieron como su caso se sobreseía y se paralizaba durante años porque los jueces elevaban una cuestión de inconstitucionalidad al Tribunal Constitucional. Eso es lo que pasó en el año 2004 y la ley no se modificó”, comparaba Belarra reforzando un ejemplo que durante esta semana han puesto sobre la mesa distintas integrantes de Podemos, desde Irene Montero, ministra de Igualdad del Gobierno de España, hasta Isabel Serra, coportavoz nacional de Podemos.

El ADN de la derecha en la tormenta

“Pero vayamos a la dimensión mediática”, apuntaba amenazante Belarra. “¿Por qué los grandes medios de comunicación están poniendo el foco en esto? Porque gran parte está interesada en apoyar a la derecha política de este país. ¿Por qué el señor Feijóo ahora parece un adalid del feminismo?, hay que tener la cara de cemento armado”, comentaba indignada. “Un partido político como el PP que cuando gobernó recortó de manera salvaje la inversión en violencia de género, un partido al que siempre le ha dado igual el 92% de mujeres que sufren una agresión sexual y que nunca denuncian. Un PP que ha abierto la puerta a la gobernabilidad a la extrema derecha siendo negacionistas de la violencia de género”.

“El origen de este problema”, reflexionaba la ministra, “es que el ADN de la derecha en España es profundamente antidemocrático. El PP apoyado por sus brazos mediáticos y judiciales, está dispuesto a hacer lo que sea necesario, sea legal o ilegal, para atacar a este Gobierno de coalición”, decía Belarra en referencia a la polémica producida por el ala conservadora del Tribunal Constitucional hace tan solo unas semanas. “Están intentando tumbar un gobierno legítimo, elegido por las urnas”, subrayaba.

Las diferencias con el PSOE

Una vez terminada su crítica a la oposición, Belarra también ha reservado varios dardos para su socio de Gobierno, el PSOE. “No nos esperábamos que al Partido Socialista le entrara el miedo. Yo no me esperaba que el PSOE fuera a proponer volver al Código Penal de La Manada. Volver a que seamos las mujeres las que tengamos que enseñar las heridas para que se juzgue una agresión sexual, que tengamos que explicarles a los jueces si cerramos o no las piernas. Siempre buscamos el acuerdo, pero siempre protegiendo al consentimiento”, ha apostillado.

Según Belarra el consentimiento no es patrimonio de Podemos, sino de “las mujeres de este país”. En ese momento, la ministra ha aprovechado para dar el golpe de efecto de su discurso y ha sentenciado: “Basta de decirles a las mujeres que no tienen heridas que son víctimas de segunda. Si te quedaste paralizada por el miedo no eres una víctima de segunda y tu agresor no merece menos pena”.

La secretaria general de Podemos ha aprovechado así para poner el foco en las diferencias entre su fuerza política y la socialista, aunque también ha recordado que se mantendrán juntos en el Gobierno, como si de un matrimonio de conveniencia se tratara. “Estos días muchos periodistas me preguntaban si la coalición corría riesgo, la coalición estatal tiene la misma mala salud de hierro de siempre. Con una fuerza política que transforma y con el PSOE, que es una fuerza conservadora al que siempre entra miedo, les pasó con el tope al gas, con el salario mínimo interprofesional (SMI), con la ley de familias y con la ley de vivienda”.

“Vamos a seguir empujando desde esta fuerza política porque Podemos es la única fuerza que transforma”, concluía, antes de lanzar su último mensaje dirigido a los votantes de Podem Comunitat Valenciana. “Lo estáis viviendo también aquí en esta tierra. Para transformar hay que asumir la verdad. Necesitamos gobernar con más fuerza porque hay muchos cambios que no van a llegar hasta que la tengamos”.