El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, intervino el pasado lunes mediante videoconferencia en una reunión con la delegación del país en el Foro Económico Mundial de Davos. El máximo mandatario del país advirtió a los suyos que tan solo se entrevistaría con un alto cargo ruso, su homólogo Vladimir Putin, y que lo haría con el único fin de “parar la guerra”. Desde el Kremlin, este martes, cuando se cumplen tres meses de la invasión, han catalogado sus palabras como un “esfuerzo de relaciones diplomáticas”.

Solo me reuniría con Putin para parar la guerra”. Esta fue la consigna que Zelenski trasladó a su equipo en Davos. El máximo mandatario ucraniano da por hecho que sin Vladimir Putin “no se toman decisiones” en Rusia, por lo que, a su entender, carecería de sentido concertar un encuentro con otro emisario.

Zelenski aseguró que, si se habla en clave de “poner fin a la guerra” en unas negociaciones con Rusia, esa decisión no se alcanzaría “sin una reunión con el presidente de la Federación”. No obstante, ha evidenciado la ausencia de “ganas” a la hora de agendar encuentros con “mediadores” rusos, justificando su posicionamiento en base a las “atrocidades” perpetradas por las milicias rusas. “No acepto reunión con nadie de la Federación Rusa, menos con su presidente. No hay nada más que hablar”, deslizó.

De hecho, pese a su deseo de careo con Putin, Zelenski entiende que “cada vez es más difícil” la posibilidad de solucionar el conflicto por la vía del diálogo. De hecho, utilizó el término “masacre” para adjetivar los movimientos rusos en territorio ucraniano desde el inicio de una invasión que este martes cumple ya tres meses.

Semanas “difíciles”

La intervención de Zelenski, amén de reafirmarse en que solo se reunirá con el mismisímo Vladimir Putin, también sirvió como una suerte de parte guerra para su delegación. El líder ucraniano insistió aseguró que las tropas rusas realizaron una “masacre” en la región del Donbás, donde ha augurado unas semanas “difíciles”.

El escenario es peligroso en el Donbás, pues es la región donde los “ocupantes” han centrado su mayor parte de actividad hasta la fecha. “Están tratando de destruir todo lo que vive allí”, denuncia Zelenski, quién denunció que “nadie ha destruido tanto el Donbás como lo hace ahora el Ejército ruso”.

Las tropas rusas “se esfuerzan” por mostrar sus intenciones de “no abandonar las áreas ocupadas” de Járkov, Jérson y el territorio de Zaporiyia. Zelenski advierte de que “están pasando a la ofensiva”, argumentando que las milicias rusas están acumulando reservas para “reforzar sus posiciones”.

Las enormes dificultades que imprime la ofensiva rusa no arrojan más alternativas que “luchar”. Por este motivo, Zelenski ha reclamado trabajar en las necesidades del Estado, tanto en las “plataformas” internacionales como en la interlocución con periodistas extranjeros o con “amigos y conocidos en el exterior”.

¿Una vía abierta?

La respuesta de Moscú no se ha hecho esperar en demasía. Las autoridades del Gobierno ruso han valorado este martes las afirmaciones de Zelenski ante su delegación en Davos. Este martes, desde el Kremlin han destacado la disposición del líder ucraniano a reunirse con Putin para abordar el fin de la contienda.

El número dos de la legación diplomática rusa en Naciones Unidas, Dimitri Polianski, ha recibido positivamente el “esfuerzo de relaciones públicas” de Zelenski. “La gente que no está en el mundillo no entiende que las cumbres deben ser preparadas a fondo y que la agenda debe ser pactada por ambas partes, además del trabajo de campo de expertos, ya que si no, no hay necesidad de hablar”, ha argumentado.

En una entrevista concedida al canal de YouTube del periodista ruso Vladimir Solovyov, Polianski ha rechazado que fuera Rusia la que condujera a punto muerto las “conversaciones” con Ucrania. Apunta el número dos de la legación rusa que aún se mantienen ciertos contactos y esperan “respuestas de los ucranianos” a ciertas propuestas “presentadas hace tiempo”.