El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha sido entrevistado en 'Otro Enfoque', un programa de reportajes emitido en Cuatro con diferentes temáticas. En esta ocasión, la emisión se centraba en la Guerra de Irak y en el 20 aniversario de la retirada definitiva de las tropas españolas del conflicto, y el ex jefe del Ejecutivo es una de las personas que más de cerca vivió aquel contexto.

"La decisión de salir de Irak fue difícil, pero acertada, porque la guerra fue un horror. De ahí nació el Estado Islámico y es una promesa que hicimos antes de entrar en el Gobierno, ya en campaña, que nos retiraríamos de allí", ha arrancado.

Al ser preguntado si hubiera tomado esa decisión teniendo más experiencia política, la respuesta de Zapatero ha sido firme: "Sí. Si con 40 y pocos años y un día en la presidencia fui capaz de aguantar la presión de Bush, el presidente del Imperio de los Estados Unidos, con 20 años más lo hubiera aguantado igual. Hubiera sido incluso más contundente".

"¿Por qué iba a decirnos a nosotros Estados Unidos lo que teníamos que hacer? Ni a nosotros ni a nadie", ha defendido.  "Sin embargo, quiero ser justo, objetivo y sincero. Mi preocupación fundamental era cómo se produciría todo el operativo de regreso de una zona de conflicto. Necesitábamos unas garantías de integridad y seguridad, y reconozco que las tropas americanas ayudaron a que esa salida se produjera adecuadamente", ha reconocido.

"¿Cómo son los momentos anteriores a tomar esa decisión? ¿Con quién consultas? ¿Qué dice el director del CNI, el jefe del Estado Mayor...?", le preguntaba Jon Sistiaga. "Debo decir que lo habíamos preparado. Tengo una nota de días antes donde guardo todo el cronograma de lo que íbamos a hacer en esos días, redactada por José Bono. A quién íbamos a llamar, cómo se iba a hacer... pero que nadie se equivoque, en democracia, las decisiones más importantes corresponden al presidente del Gobierno", ha incidido, recordando la labor del entonces recién nombrado ministro de Defensa

"¿Alguien le dijo que eso era una locura? ¿Que era una irresponsabilidad?", se preguntaba Sistiaga. "No, es muy complicado que alguien le diga eso a un presidente del Gobierno", ha respondido el expresidente. "En todo caso, Aznar fue el principal opositor a esa medida. Ahí yo diría que había un diálogo de pares. Él ya sabía lo que pensaba y para él era una ofensa hacer eso", ha razonado. Recordar que Aznar fue uno de los principales instigadores de la entrada de España en el conflicto, con su participación en la cumbre de las Azores y la alineación completa con Estados Unidos en cuestiones que interesaban a sus ambiciones geopolíticas en Oriente Medio.

A su vez, en la entrevista, Sistiaga y Zapatero han recordado a los siete miembros del CNI que fueron asesinados en la embocasada de Latifiya. "Lo recuerdo con una tristeza tremenda. La tarea de los servicios de información, por su propia naturaleza es muy callada, y están en el limbo en todas sus misiones", ha reflexionado. La emboscada de Latifiya tuvo lugar el 29 de noviembre de 2003 a manos de la insurgencia iraquí en la ciudad que le da nombre, tomando como objetivo al convoy que transportaba a un grupo de miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Los pasajeros fueron emboscados en la carretera y fueron víctimas de un tiroteo, en el que fue el ataque más mortífero contra las unidades españolas durante este conflicto.

 

20 años de la retirada de tropas

Este martes, el 21 de mayo, se han cumplido 20 años desde que España completó la retirada de tropas de Irak con la salida de los últimos soldados de la base de Diwaniya. Una operación que fue anunciada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el 18 de abril, con el cargo recién adquirido y con los atentados del 11 de marzo en Atocha muy próximos en el tiempo.

El año anterior, en 2003, tuvo lugar la Cumbre de las Azores, en la que, con la participación de Estados Unidos (George W. Bush), Reino Unido (Tony Blair), Portugal (José Manuel Durao Barroso) y España (José María Aznar), se acordó la intervención en el país de Oriente Medio. Juntos decidieron dar un ultimátum de 24 horas a Sadam Hussein, presidente iraquí, para que llevase a cabo el desarme de una serie de armas de destrucción masiva que la coalición aseguraba que poseían, a pesar de la ausencia de pruebas que así lo acreditaran. Por su parte, Naciones Unidas decidió no intervenir en este conflicto.

Hussein no tomó el ultimátum de la coalición y, en marzo de 2003, las tropas entraron en territorio iraquí, participando, entre 1.200 y 1.500 efectivos militares españoles con BMR, M1, VEC, Vamtac, lanzacohetes, morteros y otra serie de armas. España, por su posición geográfica, también fue un factor clave en el despliegue estadounidense.

En este contexto, Zapatero y el PSOE ya habían tomado, antes de las elecciones de 2004, un compromiso electoral: retirar las tropas de Irak. Ya en el Gobierno, el socialista decidió cumplir su compromiso electoral y anunciar la retirada de tropas españolas del país. Tras un mes de incertidumbre, el 21 de mayo de 2004 todas las unidades españolas abandonaron la zona de guerra.

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