El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha concedido una entrevista a El Periódico de España (EPE) con motivo del cumplimiento de los 20 años de la retirada completa de las tropas españolas de la guerra de Irak, el 18 de abril de 2004, y con un contexto político internacional en la actualidad que se asemeja en cierto modo al que imperaba por aquel entonces. En esta conversación, Zapatero ha referenciado algunas conversaciones que mantuvo con José María Aznar en aquel momento, y ha asegurado que el entonces líder del PP le pidió ayuda para "protagonizar la historia grande" junto a George Bush.
El 18 de abril de 2004, solo 39 días más tarde de los atentados de Atocha, Zapatero ordenó la retirada de los 1.300 soldados españoles de la guerra de Irak, en lo que fue una de las primeras decisiones de aquel Gobierno. En este sentido, Zapatero ha sido preguntado en EPE por el rol de Aznar en aquel momento, la mentira de ETA y la falta de autocrítica que le ha caracterizado a posteriori. "Aznar tuvo un gesto de sinceridad conmigo tres o cuatro meses antes de que se desencadenara la invasión de Irak y él acudiera a la cumbre de las Azores. [...] Me intentó convencer de la intervención militar en Irak y el argumento central, que agradecí por sincero, obviamente no eran las armas de destrucción masiva ni el riesgo que representaba Sadam Husein. El argumento fue que había llegado el momento de nuestra 'historia grande', el de estar al lado de Estados Unidos y de subirse a una ola de liderazgo mundial si les acompañábamos", ha revelado.
"Fue sincero. No podemos perder esta oportunidad, me dijo, para España. Nos ponemos junto con Gran Bretaña en el liderazgo atlántico. El conservadurismo español ha ido siempre a contracorriente y con retraso en la visión histórica. Esa intervención en Irak es el primer gran síntoma de la pérdida de influencia, de la pérdida de poder en el mundo atlántico, que Estados Unidos fundamentalmente y que Gran Bretaña yendo detrás, han tenido", ha reflexionado al respecto de las pretensiones de su predecesor.
"Siempre hay un momento de inflexión en la historia, algún acontecimiento dramático que supone la significación de un cambio profundo. Y eso es el atentado a las Torres Gemelas, y luego lo que en estos 24 años de lo que va de siglo hemos ido conociendo: la pérdida de liderazgo de Estados Unidos, que afecta a todo Occidente. Y la emergencia de muchos otros agentes, especialmente China, y una incapacidad para asimilar el cambio histórico. Gran Bretaña fue el laboratorio, ha sido el hermano pequeño que ha probado la medicina, con el brexit", ha continuado.
"El imperio americano ya no es el mismo de antes"
"A todos los imperios les pasa lo mismo. Nosotros podemos hacer una lectura de lo angustioso que fue para una nación perder su imperio. Fíjate cómo acabamos, del final del siglo XIX a un XX horrible hasta la democracia. Y Estados Unidos está en ese momento", ha expuesto Zapatero, analizando el momento histórico actual para la primera potencia Occidental.
"La crisis de identidad que está experimentando es tremenda. El asalto al Capitolio fue una expresión. Trump no es la causa, sino la consecuencia de esa crisis, porque han sido una superpotencia desde la Segunda Guerra Mundial, con un liderazgo absoluto basado en una sociedad relativamente homogénea y resulta que se encuentran con dos hechos inequívocos que son, por un lado, el cambio demográfico y por el otro la emergencia de China y la pérdida de su poder", ha proseguido.
"Irak fue un paso importante en el camino equivocado de no asumir el cambio geopolítico y geoeconómico que inevitablemente se va a vivir en este siglo. Ese cambio se puede producir lamentablemente con muchos procesos bélicos como ha pasado tantas veces en la historia cuando hay unos movimientos fuertes de las placas tectónicas del orden internacional o con un planteamiento diplomático", ha recordado.
"Creo que es la decisión en la que España demostró la mayor decisión de autonomía e independencia política como nación que se respeta a sí misma. Yo tomé esa decisión democrática y libremente y no tuvo repercusiones reales para nuestro país. Bueno, que no me recibió el presidente Bush", ha zanjado.
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