La Unión Europea insiste en la importancia de celebrar elecciones presidenciales “inclusivas” y "justas" en Venezuela en 2024 como requisito para cristalizar el cambio de posición hacia el país y levantar las sanciones internacionales que pesan sobre el estado latinoamericano desde hace varios lustros. Durante una reunión celebrada este martes en los márgenes de la cumbre de líderes de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el negociador de la oposición, Gerardo Blyde.

El objetivo del encuentro fue acercar posiciones entre el gobierno y la oposición venezolana, con el fin de establecer una hoja de ruta para la realización de elecciones aceptables para la comunidad internacional y los ciudadanos venezolanos. Los líderes presentes, incluidos Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil, Alberto Fernández, de Argentina, y Gustavo Petro, de Colombia, junto con el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, firmaron un comunicado conjunto instando a “retomar el diálogo” y la negociación en el “marco del proceso de México”, con el objetivo de acordar las condiciones para las próximas elecciones en 2024.

En el comunicado, se pide una negociación política que conduzca a la organización de elecciones “justas, transparentes e inclusivas”, con la participación de todos los que deseen conformarse a la ley y los tratados internacionales, bajo la supervisión de observadores internacionales. Además, se destaca la necesidad de levantar las sanciones internacionales como parte del proceso y se acuerda seguir dialogando y hacer un balance en una próxima reunión en París el 11 de noviembre.

La Unión Europea tiene como objetivo retomar las relaciones con Venezuela y está dispuesta a revisar las sanciones individuales contra los líderes del régimen de Nicolás Maduro, siempre y cuando se realicen avances significativos hacia la celebración de elecciones libres. La UE considera que la situación en Venezuela ha cambiado y ve una oportunidad en los cambios a nivel nacional y el clima político regional, especialmente con la participación de Colombia y Brasil en la búsqueda de una solución democrática a la crisis en el país caribeño.

Sin embargo, esta reunión se produce después de las críticas de las autoridades venezolanas al posible uso de una misión de observación electoral de la UE y las sospechas de injerencia en los asuntos políticos internos. Asimismo, la UE ha criticado la inhabilitación de la destacada opositora María Corina Machado por 15 años, advirtiendo que esto agrava la crisis y va en contra de la celebración de elecciones presidenciales transparentes en 2024.

Los líderes de la UE, América Latina y Caribe piden el fin del embargo a Cuba

Por otra parte, la cumbre UE-CELAC también ha servido para que los líderes de la Unión Europea, América Latina y el Caribe hayan aunado posturas para pedir el fin del embargo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba y han recordado su oposición a las leyes y reglamentos con efecto extraterritorial.

La cita, impulsada por la presidencia española del Consejo, ha culminado con un texto que ha sido respaldado por todos los líderes a excepción de Nicaragua, que no ha aceptado el lenguaje utilizado en el párrafo que expresa "profunda preocupación" por la guerra contra Ucrania.

En el caso de Cuba, los líderes se remitieron a la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 3 de noviembre, en la que se instaba a poner fin al embargo impuesto al país. En dicha votación, Brasil, bajo la administración de Jair Bolsonaro en ese momento, se abstuvo. Sin embargo, este martes, ya bajo la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, respaldó la declaración conjunta.

El llamado de estos líderes regionales y europeos refleja una postura compartida en contra del embargo fiscal a Cuba y en favor de un enfoque más constructivo y cooperativo. Consideren que la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo y las restricciones financieras asociadas han tenido un impacto negativo en las transacciones económicas internacionales del país. El respaldo unánime, a excepción de Nicaragua, demuestra una voluntad de promover la normalización de las relaciones y apoyar el desarrollo económico de Cuba en un entorno de mayor apertura y colaboración internacional.

Durante décadas, Cuba se ha enfrentado a un férreo bloqueo económico, comercial y financiero por Estados Unidos. Este bloqueo ha tenido consecuencias devastadoras para la economía cubana, limitando su acceso a los mercados internacionales, obstaculizando el comercio y dificultando el desarrollo económico del país. Las restricciones impuestas han afectado sectores clave como el turismo, la inversión extranjera, la importación de bienes y tecnología, y la capacidad de acceder a financiamiento internacional. Además, el bloqueo ha impedido el desarrollo de la infraestructura, la modernización de la industria y la mejora de las condiciones de vida de la población cubana. A pesar de estas adversidades, Cuba ha buscado alternativas y ha implementado políticas para fomentar la autogestión económica, la diversificación de sus relaciones comerciales y la promoción del turismo interno. Sin embargo, es innegable que el bloqueo ha sido una carga significativa para la economía cubana y ha dificultado su desarrollo en multitud de aspectos.