Ucrania ha reivindicado este martes la autoría del atentado que ha acabado con la muerte del jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, el teniente general Igor Kirillov, quien ha sido asesinado en un ataque de bomba colocada en un patinete eléctrico que estaba aparcado a las puertas de un edificio residencial al este de Moscú.
Fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), citadas por la agencias ucranianas de noticias Ukrinform y UNIAN, han afirmado este martes que el atentado ha sido una operación especial llevada a cabo por el organismo, antes de recalcar que Kirillov "era un criminal de guerra y un objetivo totalmente legítimo".
En estos términos, han subrayado que Kirillov "dio orden para usar armas químicas prohibidas contra el Ejército ucraniano" y han agregado que "un final así de ignominioso es lo que les espera a todos los que matan ucranianos". "El castigo por los crímenes de guerra es inevitable", han subrayado.
Por su parte, la portavoz del Comité de Investigación ruso, Svetlana Petrenko, ha detallado en un comunicado difundido por Telegram que también ha fallecido en el atentado el asistente de Kirilov. Por ende, han abierto una investigación por causa penal ante ambos asesinatos.
Hasta la fecha, los investigadores a cargo de este suceso han encontrado el artefacto explosivo de una potencia equivalente a 300 gramos de trilita en el susodicho patinete eléctrico.
Operación secreta ucraniana
En el marco de la guerra aún candente entre ambos países a las puertas de Europa, con este último ataque, y siguiendo las explicaciones de Ucrania, en el comunicado al respecto dan cuenta de que el SBU ha documentado más de 4.800 casos en los que las fuerzas rusas utilizaron por orden de Kirilov usar armas químicas prohibidas en su ofensiva contra Ucrania.
“Hablamos de granadas de combate K-1, que están equipadas con irritantes tóxicos", reza el escrito, el cual también agrega que el uso de estas sustancias está prohibido según rige la legislación internacional. Asimismo, el comunicado también desprende que más de 2.000 militares ucranianos han sufrido los efectos del armamento químico utilizado por las fuerzas militares de Putin.
Las fuerzas del Kremlin, añade desde el SBU, arrojan las sustancias tóxicas con drones contra las defensas ucranianas para obligar a las tropas de Kiev a abandonar sus respectivas posiciones. Esta arma química funciona de tal manera que, cuando se activa, dichos componentes perjudiciales para la salud afectan a las membranas mucosas de los afectados, especialmente en ojos y vías respiratorias.
Rusia avanza sobre el este de Ucrania
En el marco de la evolución del conflicto bélico, que se remonta al 24 de febrero de 2022, las tropas rusas continúan avanzando en el este de Ucrania, concretamente, sobre la localidad de Anovka, en la provincia de Donetsk. Una toma que ha sido celebrada este martes por el Ministerio de Defensa ruso.
Las fuerzas ucranianas han sufrido pérdidas en combate en torno a las localidades de Kurajovo, Ostrovskoye, Seversk, Stupochki, Uspenovka y Zvanovka, todas ellas en Donetsk, antes de cifrar en 330 los militares ucranianos muertos o heridos en estos enfrentamientos. Donetsk, junto a Lugansk, Zaporiyia y Jersón -todas ellas parcialmente ocupadas en el marco de la invasión-, fueron anexionadas en octubre de 2022 a Rusia por orden de Putin, una medida que no fue reconocida por parte de la comunidad internacional.